Ideas y creencias
José Ortega y Gasset
CREER Y PENSAR
I
Las ideas se tienen; en las creencias se está. - "Pensar en las
cosas" y "contar con ellas".
Cuando se quiere entender a un hombre, la vida de un
hombre, procuramos ante todo averiguar cuáles son sus
ideas. Desde que el europeo cree tener "sentido histórico", es
ésta la exigencia más elemental. ¿Cómo no van a influir en laexistencia de una persona sus ideas y las ideas de su tiempo?
La cosa es obvia. Perfectamente; pero la cosa es también
bastante equívoca, y, a mi inicio, la insuficiente claridad
sobre lo que se busca cuando se inquieren las ideas de un
hombre -o de una época- impide que se obtenga claridad
sobre su vida, sobre su historia.
Con la expresión "ideas de un hombre" podemos referirnos a
cosas muydiferentes. Por ejemplo: los pensamientos que se
le ocurren acerca de esto o de lo otro y los que se le ocurren
al prójimo y él repite y adopta. Estos pensamientos pueden
poseer los grados más diversos de verdad. Incluso pueden ser
"verdades científicas". Tales diferencias, sin embargo, no
importan mucho, si importan algo, ante la cuestión mucho
más radical que ahora planteamos. Porque, sean.pensamientos vulgares, sean rigorosas "teorías científicas",
siempre se tratará de ocurrencias que en un hombre surgen,
originales suyas o insufladas por el prójimo. Pero esto
implica evidentemente que el hombre estaba ya ahí antes de
que se le ocurriese o adoptase la idea. Ésta brota, de uno u
otro modo, dentro de una vida que preexistía a ella. Ahora
bien, no hay vida humana que no estédesde luego
constituida por ciertas creencias básicas y, por decirlo así,
montada sobre ellas. Vivir es tener que habérselas con algo con el mundo y consigo mismo. Mas ese mundo y ese "sí
mismo" con que el hombre se encuentra le aparecen ya bajo
la especie de una interpretación, de "ideas" sobre el mundo y
sobre sí mismo.
Aquí topamos con otro estrato de ideas que un hombre tiene.
Pero ¡cuándiferente de todas aquellas que se le ocurren o
que adopta! Estas "ideas" básicas que llamo "creencias" -ya
se verá por qué- no surgen en tal día y hora dentro de nuestra
vida, no arribamos a ellas por un acto particular de pensar,
no son, en suma, pensamientos que tenemos, no son
ocurrencias ni siquiera de aquella especie más elevada por su
perfección lógica y que denominamosrazonamientos. Todo
lo contrario: esas ideas que son, de verdad, "creencias"
constituyen el continente de nuestra vida y, por ello, no
tienen el carácter de contenidos particulares dentro de ésta.
Cabe decir que no son ideas que tenemos, sino ideas que
somos. Más aún: precisamente porque son creencias
radicalísimas se confunden para nosotros con la realidad
misma -son nuestro mundo y nuestro ser-,pierden, por tanto,
el carácter de ideas, de pensamientos nuestros que podían
muy bien no habérsenos ocurrido.
Cuando se ha caído en la cuenta de la diferencia existente
entre esos dos estratos de ideas aparece, sin más, claro el
diferente papel que juega en nuestra vida. Y, por lo pronto, la
enorme diferencia de rango funcional. De las ideasocurrencias -y conste que incluyo en ellas lasverdades más
rigorosas de la ciencia- podemos decir que las producimos,
las sostenemos, las discutimos, las propagamos, combatimos
en su pro y hasta somos capaces de morir por ellas. Lo que
no podemos es ... vivir de ellas. Son obra nuestra y, por lo
mismo, suponen ya nuestra vida, la cual se asienta en ideascreencias que no producimos nosotros, que, en general, ni
siquiera nos formulamos y que,claro está, no discutimos ni
propagamos ni sostenemos. Con las creencias propiamente
no hacemos nada, sino que simplemente estamos en ellas.
Precisamente lo que no nos pasa jamás- si hablamos
cuidadosamente- con nuestras ocurrencias. El lenguaje
vulgar ha inventado certeramente la expresión "estar en la
creencia". En efecto, en la creencia se está, y la ocurrencia se
tiene y se sostiene....
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