Identidad cultural
Yuri Guirin
El problema de la identidad cultural constituye un punto clave de la reflexión latinoamericana en torno a su propio ser. La identidad se erige en una especie de categoría transcendental de la mentalidad latinoamericana, deviene un concepto ontológico; por otra parte, se busca en la propia realidad fenoménica del mundo circundante.El dramatismo de la situación consiste en que dicho problema no tiene resolución: la realidad latinoamericana no se ajusta a ninguno de los modelos taxonómicos. Por algo se ha dicho que
La identidad cultural latinoamericana se caracteriza por el desgarramiento interno y la ambivalencia externa. ...La identidad cultural es hoy un ‘devenir’, un proceso en vía de desarrollo, una gestación vital ydolorosa 1.
O, más bien, es la propia categoría de la “identidad”, fundamental en la mentalidad europea, pero irrelevante en la realidad del mundo latinoamericano. Éste, formado de proliferaciones y divergencias, apela más bien a la noción de “mismidad, en lugar de identidad”2, como ha apuntado un investigador. ¿En qué consiste, entonces, la “mismidad” de América Latina, su modo de serespecífico? Convendría que primero esbozásemos sus rasgos esenciales. Antes que nada hay que reconocer que se trata de una configuración civilizatoria sin parangón, con su propia contextura etnopsicológica, es decir, un ethos específicamente estructurado, que no se presta a interpretaciones válidas en cuanto a modelos de civilizaciones universales — tanto la euroccidental como la oriental. El mundo deAmérica Latina es un conjunto pluridimensional de tipos y factores étnicos, culturales, de civilización y formaciones distintas, integrados en un organismo tan complejo y —lo que es más importante— tan plurivalente que su intelección e interpretación resultan imposibles desde cualquier sistema conceptual que no sea el propio. Una vez proyectado sobre el mundo latinoamericano, todo sistema extrínsecopierde su valor interpretativo, porque se trata de una civilización tan original que invalida todo paradigma ontológico antes habido. Se da el caso de que una vez extrapolados sobre el área latinoamericana, los valores fundamentales y conceptos extraculturales —ya sean resultado de la expansión colonial o bien asimilación voluntaria— han pasado y siguen pasando por semejante recodificación semánticay funcional que prácticamente todas las categorías humanas consideradas como “universales” adquieren en este “otro” contexto unos significados que son también “otros”, nuevos, distintos.3
J.Lafaye,”¿Identidad literaria o alteridad cultural?”, en Identidad cultural de Iberoamérica en su literatura, Madrid, 1986, págs. 24-23. 2 D.V.Picotti C, El descubrimiento de América y la otredad de lasculturas. - 1492-1992. A los 500 años del choque de dos mundos. Balance y prospectiva, Buenos Aires, 1991, p. 143. 3 Ana Pizarro determina este fenómeno como “apropiación” que “desplaza elementos, reevalúa otros” y se manifiesta como “el descentramiento de los elementos respecto de su significación original”. - A.Pizarro, De ostras y caníbales. Ensayos sobre la cultura latinoamericana, Santiago deChile, 1994. P. 79.
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En efecto, no hay unidad de la dimensión cultural euroccidental que en este mundo se conserve idéntica a sí misma. Digamos, la nación en Latinoamérica no es una nación en su sentido tradicional, sino que resulta algo así como forma individuada de un grandioso ser supranacional, una “raza” latinoamericana, un “pueblo-continente”. En cuanto a la nación en su acepción europea(como unidad psicofísica configurada a lo largo de milenios en coacción con el medio ambiente, con una visión del mundo propia manifestada en un lenguaje individual) ésta simple y llanamente no tuvo tiempo de conformarse aquí en aquel plazo de tiempo históricamente fugaz que apenas si bastó para los procesos de creación de nuevos Estados y la cristalización de tipos étnicos. Además, la...
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