Identidad
Según José Luis Borges.
La identidad es una exigencia inevitable del funcionamiento de la razón, eso lo sabe la filosofía; por eso, ante la experiencia del devenir, la más antigua delsujeto humano, el hombre buscó las permanencias. Un pensador (Wahl) hace notar que en los inicios del pensamiento abstracto, el hombre debió enfrentarse con el devenir fenoménico, “cuya idea casi nopudo soportar.” La necesidad de organizar el mundo circundante por medio de la palabra y del conocimiento, lo llevó a inventar los conceptos de esencia, sustancia, idea, ser; inventó, así, identidades,abstracciones conceptuales para nombrar ciertas experiencias últimas de lo real. Si bien la identidad es, a nuestro criterio, una construcción ficcional del sujeto humano, paradójicamente, sin ellano sería posible ni siquiera pensar. De ahí la necesidad de reducir la multiplicidad del transcurrir fenoménico del mundo a la unidad y simplicidad del concepto, y de ese modo, apresar la realidad enlas redes racionales a fin de organizarla. Allí, en este encuentro entre la estructura mental del sujeto humano y el universo que lo circunda, es donde hace pie el lenguaje. Ahora bien, cuando se tratano sólo de la identidad del objeto, sino de la de nuestro propio ser, el tema se vuelve más complejo aún.
La filosofía lo ha pensado insistentemente sin haber encontrado soluciones satisfactorias.¿Qué soy? ¿qué es el yo? ¿somos una unidad sustancial? Recordemos la paradoja que narra Agustín con la experiencia del tiempo. Mientras lo vivimos sabemos con certeza qué es, pero si nos preguntan sobreél, sentimos la impotencia de no poder explicarlo; las argumentaciones y el lenguaje mismo resultan mezquinos para conceptualizar estas experiencias.
Borges experimentó el carácter complejo del intentode caracterizar la identidad personal, lo vivió como una paradoja y lo llevó a la literatura ―como hizo con casi todos sus cuestionamientos filosóficos― con una mezcla de ironía, lucidez y...
Regístrate para leer el documento completo.