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Luis Monzón
María Fernanda Urzúa Oliva 9no. E


Cuarto Latido
Treinta y dos

Montse iba en una moto hacia Villafranca, junto a Tomas en un acelerado viaje en busca de Sergio quien habíadejado el pueblo, Montse con el corazón en un hilo finalmente lo encuentra.

Montse: ¿Por qué?
– No hubo respuesta –
Montse: ¿Por qué? – Repitió con más fuerza –
Sergio: Era mejor dejarloasí. – Susurro el –
Montse: ¿Qué te pasa?
Sergio: Nada. – Bajo los ojos rehuyéndola –
Montse: ¿Es por esto? Se tocó la cicatriz con la mano izquierda y, al ver que no la miraba, acabó gritando –Montse: ¡Mírame! ¿Es por esto?
Sergio: ¡No! Exclamo
Montse: Dime una cosa: ¿sabías que la tenía?
Sergio: si
Montse: ¿Sabes lo que me pasó?
Sergio: si
Montse: ¿desde cuándo?
Sergio: desde elprimer día – confesó –
Montse: ¿Cómo lo supiste?
Sergio: Por Dios, Montse, ya basta. Eso no importa.
Montse: Tú lo has dicho: no importa.
Montse: Lo único que sí importa es que estoy bien, yaún me he sentido mejor desde que tú…
– La emoción le impidió continuar hablando aunque lo intento –
Montse: ¿no crees que… es tarde para echarse… atrás?
Sergio: Nunca tenía que hacer sucedido –Movió la cabeza, víctima de un profundo pensar –
Montse: ¿Por qué? – Volvió a gritar, incapaz de comprenderlo –
Montse: Y además, ¿Qué importa esto ahora?
Montse: ¡Ha sucedido y ya está!
Sergio:Lo sé – acepto –
Montse: Entonces, ¿Por qué te vas?
Sergio: Por miedo – la miró fijamente –
Sergio: Te lo decía en la carta
Montse: ¿Miedo de qué?
Sergio: Te quiero
Montse: Y yo a ti, porDios… – gimió ella –
Sergio: Pero ha sido tan rápido
Montse: ¿y qué? Yo era la primera que no quería enamorarme, pero esas cosas no se escogen, pasan y ya está.
Montse: ahora te quiero, ¿cuál es elproblema?
Sergio: Es que… –apretó los puños y las mandíbulas –
Sergio: ¡No tengo nada!
Sergio: ¡Acabo de llegar a Vallirana, estoy sin trabajo, no soy nadie, ni si quiera me conoces!...