Iglesia Y Estado

Edita: Arzobispado Castrense de España.
Coordinador: D. David Pajares Leiva.
Actualizado a 29 de junio de 2009.
Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

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RESEÑA HISTÓRICA
La religión y los valores que encarna y promueve siempre han sido requeridos por
los ejércitos en todas las épocas dela historia.
En la antigüedad pre-cristiana los sacerdotes y adivinos estaban presentes en los
ejércitos para atraerse el favor y la ayuda de sus dioses mediante sacrificios y
plegarias en orden a conseguir el éxito en la batalla.
Con la expansión del cristianismo en los ejércitos la presencia del sacerdote
cambia su carácter supersticioso y adivino por la función de dirigir el culto a Dios,fomentar la humanidad en las contiendas compartiendo la vida con el militar para
acompañarlo en su fe con la predicación del Evangelio y la administración de los
sacramentos, confortándolos en la vida por su cercanía con la muerte. La Iglesia
siempre ha mostrado una especial solicitud por el cuidado espiritual de los
soldados.
La incesante transformación de los ejércitos no afectó a laconstante presencia de
la Asistencia Religiosa en ellos, pero sí a su forma de prestarla, adaptándose para
mejor responder a sus nuevas necesidades.
En la Edad Media en España, y lo mismo en los diversos reinos del entorno
europeo, los ejércitos son reclutados para cada campaña, acompañándolos
sacerdotes o religiosos de sus lugares de origen junto con los Capellanes
Palatinos o Mayores queatienden al rey y su séquito de la nobleza.
En la Edad Moderna nacen, precisamente en España por iniciativa del Cardenal
Cisneros, los ejércitos permanentes con soldados profesionales, siendo
perfeccionados por el Emperador Carlos V, con la creación de los Tercios en
1532, como fuerzas de Tierra y Mar, en cuyas Ordenanzas aparece como
encargado del cuidado espiritual y por primera vez formandoparte del propio
Tercio, un Capellán Mayor integrado en la Plana Mayor del Maestre de Campo y
un Capellán 2º o Menor para cada Compañía.
La movilidad en las campañas militares y las largas permanencias en fortalezas y
buques lejos de la metrópoli exige una reforma en la atención religiosa a los
ejércitos para agilizar, sin trabas burocráticas y en todo momento y lugar, las
variadasnecesidades espirituales de los soldados y evitar al mismo tiempo
enfrentamientos jurisdiccionales con los Ordinarios Territoriales. La primera
solución por la que se optó fue la concesión pontificia, mediante Breves, de una
jurisdicción especial sobre las tropas españolas a los Obispos Territoriales donde
estas se encontraban acantonadas durante las campañas militares, como el
concedido por Pío V el19 de Marzo de 1569 para los componentes de la Armada
que se preparaba para Lepanto o el concedido por Clemente VIII al Arzobispo de
Malinas, Matthias Hovio, el 20 de Febrero de 1597 para las tropas destacadas en
Flandes… etc

Estas concesiones pontificias estaban limitadas por la territorialidad y la
temporalidad con lo cual no solucionaban satisfactoriamente las necesidadesespirituales de las tropas, sin embargo, fueron el preámbulo y la base para la
creación de la primera Jurisdicción Eclesiástica específicamente castrense y
exenta que fue concedida “para la atención ahora y en el futuro de los soldados y
demás personas de los ejércitos de Felipe IV, rey de las Españas…” por el Papa
Inocencio X el 26 de Septiembre de 1645 mediante el breve “Cum Sicut
Maiestatis Tuae”:...