Iglesia
El cristianismo y el judaísmo son religiones históricas. Fundamentan su fe en sucesos históricos (acompaña- dos de sus interpretaciones). El problema surge cuandose trata de definir o describir qué es «historia» o «estudio histórico». Mucho del problema en la interpretación teológica moderna yace en la literatura moderna o en las su- posiciones históricas quese han proyectado en la literatura bíblica del Antiguo Cercano Oriente. No solamente no hay una apreciación apropiada de las diferencias temporales y culturales, sino de las diferencias literarias.Como gente moderna occidental, simplemente no entendemos los géneros ni las técnicas literarias de los escritos del An- tiguo Cercano Oriente, por lo que los interpretamos a la luz de génerosliterarios occidentales.
El enfoque del siglo diecinueve hacia los estudios bíblicos fraccionó y devaluó los libros del Antiguo Testa- mento como documentos históricos, unificados. Este escepticismo haafectado la hermenéutica e investigación histórica del Antiguo Testamento. La tendencia actual hacia la «hermenéutica canónica» (Brevard Childs) ha ayu- dado a enfocarse en la forma actual del texto delAntiguo Testamento. Esto, en mi opinión, es un puente útil sobre el abismo de la crítica más alta alemana del siglo diecinueve. Tenemos que tratar con el texto canónico que un proceso históricodesconocido nos ha entregado y cuya inspiración se asume.
Muchos eruditos están volviendo a la suposición de la historicidad del AT. Esto seguramente no pretende ne- gar la edición y actualización obvias delAT de los escribas judíos posteriores, sino que es un regreso básico al AT como historia válida y documentación de sucesos verdaderos (con sus interpretaciones teológicas).
Una cita de R. K. Harrisonen The Expositor’s Bible Commentary, vol. 1, en el artículo, «Historical and Lite- rary Criticism of the Old Testament» (Crítica Histórica y Literaria del Antiguo Testamento), es útil:
Los...
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