III

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El hombre, como hemos visto, vive instalado en la realidad;
y por tener inteligencia, una forma peculiar de la realidad, la
hace suya. Por eso, el ser humano puede tomar diversas actitudes
frente a la realidad, pero inexorablemente tiene que tomar alguna:
el hombre está fundamentado y Dios es la realitas fundainenralis17

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6
El hombre en la disolución de la metafísica
. airno

.

•

Eloy Bueno de la Fuente
Referencia Bibliográfica
a) Libros de Zubiri
—Naturaleza, historia, Dios, Madrid 1981.
—Sobre la esencia, Madrid 1985.
—Inteligencia semiente, Madrid 1980.
—Inteligencia y logos, Madrid 1982.
—Inteligencia y razón, Madrid 1983.
—El hombre y Dios, Madrid 1984.
—Sobre el hombre, Madrid 1986.
—Sobre el sentimiento y la volición, Madrid 1992.

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7

:

b)

7
•¡

Principales artículos de Zubiri

—Filosofía y metafísica: Cruz y Raya 30 (1935) 7-60.
—Ortega, maestro ), filosofía: £1 Sol (8 de marzo de 1936).
—Das etapas: Revista de Occidente cuarta etapa, 32 (1984) 43-50.
—Siete ensayos de Antropología filosófica (ecl. Marquínez Argote), Bo-

gotá 1982.
Sobre Zubiri

c)

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-

Ellacuría, 1., Aproximación a la obra filosófica de Xavier Zubiii, enZubiri 1898-1983, Vitoria 1984, 37-66.
Ferraz Fayos, A., Zubiri: el realismo radical, Madrid 1988.
Gracía, D., Voluntad de verdad. Para leer a Zubiri, Barcelona 1986.
Pintor-Ramos, A., Génesis y formación de la filosofía de Zubiri, Salamanca 1983.
Varios, Homenaje a X. Zubiri, Madrid 1953.
Varios, Homenaje a X. Zubiri, Madrid 1970.
Varios, Realiras 1, Madrid 1974.
Varios, Realitas II, Madrid 1976.Varios, Reo/iras 111, Madrid 1979.
17. X. Zubiri,
158

Sobre el hombre, 326.

1. Un pensador «epocal»

La reflexión filosófica de Vattimo (profesor de filosofía en
Turín, su ciudad natal) está profundamente vinculada a su época.
Por eso puede ser considerado un pensador «epocal», término
que él aplica a Nietzsche y Heidegger. Pero hay que entender
adecuadamente el sentido y el alcance de esteadjetivo. Implica
realizar su labor teórica ligado estrechamente a la actualidad
cultural en sus variadas manifestaciones. Por eso sus obras tienen
como punto de referencia constante aspectos peculiares de nuestra
civilización: la técnica y sobre todo la tecnología informática, el
fin de la metafísica, el agotamiento de la crítica de las ideologías,
los medios de información y el mundo de la comunicacióngeneralizada, la posibilidad de la catástrofe atómica y la proliferación de contrautopías, el ocaso del arte y la masificación de lo
estético, la configuración de centros múltiples de cultura N, la
mercantilización totalizada, cuya consecuencia es el predominio
del simulacro. Si los filósofos pretenden ser fieles a la experiencia
no pueden dejar de argumentar a partir de lo que está a la vista
detodos y configura la vida humana.
Pero esta referencia concreta no es mero sociologismo simplificador. El pensador epocal elabora un pensamiento cuya «verdad» (en la medida en que sea posible, como veremos) sea la
159

verdad de esa época, y en este sentido ofrece una ontología; la
condición o situación histórica como evento en que acaece el ser,
como momento de la historia del ser. El análisis,desde este punto
de vista, de las nuevas condiciones de existencia en el mundo
industrial tardío, no adoptará el tono apocalíptico de la crítica de
la cultura propia de principios de siglo ni el carácter fundamentalmente negativo de la Escuela de Frankfurt, sino que las considerará como una chance, como lugar en que tal vez se anuncie
para el hombre una posibilidad diferente de existencia. Así,la
modernidad tardía abre el camino a la postmodernidad, que no
es más que la valoración ontológica de nuestra experiencia real.
Para este análisis e interpretación Vailimo avanza permanentemente de la mano de Nietzsche y Heidegger, a la escucha
continua de sus «tonos proféticos». Parte de la «continuidad sustancial» entre aiñbos pensadores, cuya aclaración es tarea decisiva
de la filosofía...