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Discurso de Presentación de Agustín Villar Candidato a la Alcaldía de Sevilla

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DISCURSO DE PRESENTACIÓN DE LA CANDIDATURA

Tengo que empezar agradeciendo profundamente vuestra presencia en este acto. Cuando hace unos meses mi partido me encargó que fuese el próximo alcalde de Sevilla me sentí orgulloso y feliz, pero no puedo ocultaros que contuve larespiración unos minutos ante la gran responsabilidad y trabajo que tenía por delante. Pero aquí me tenéis. Dispuesto a darlo todo por Sevilla y contento y agradecido de que estéis compartiendo conmigo este día tan importante. Me alegra que estéis aquí mis compañeros y compañeras del Partido Andalucista, alcaldes de pueblos y ciudades andaluzas y candidatos andalucistas en las próximas municipales,pero también, y especialmente, representantes vecinales, trabajadores de ayuda a domicilio, propietarios de VPO, grupos ecologistas y conservacionistas, representantes sindicales, empresarios, asociaciones del comercio y el turismo de la ciudad, colegios profesionales, vecinos y vecinas... y personas y colectivos damnificados por la política pseudoprogresista del gobierno del PSOE e IU. No es casualque estéis aquí y que yo haya querido invitaros personalmente a este acto porque en el Partido Andalucista trabajamos desde lo que nos une y no vivimos de enfrentar permanentemente a unos contra otros, al estás conmigo o contra mí, aquello de que al que no piensa como yo es un enemigo del pueblo... Porque esta ciudad fue históricamente y es también hoy una obra colectiva. Y hay algo que en laSevilla de hoy nos une a todos y cada uno de nosotros, algo que se percibe cuando hablo con cualquier vecino o vecina de Sevilla: la gente está cabreada, existe un permanente estado de cabreo, de insatisfacción e incluso de desesperación, porque las cosas esenciales que deberían funcionar casi sin que nos diéramos cuenta en nuestra vida cotidiana, - la limpieza, los transportes y el tráfico, laseguridad, los trámites administrativos con nuestro ayuntamiento, la conservación de nuestros parques, plazas, calles y jardines...- definitivamente no funcionan y están cada vez más deterioradas. Y en medio de esta sensación, una certeza. La certeza de que A LA CIUDAD LA HAN DORMIDO. Le han aplicado una fórmula maléfica que nos deja narcotizados, sin conciencia ni voluntad. No quieren
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que Sevilla se signifique y se engrandezca, sino que permanezca como acomplejada, sin reclamar lo que es y olvidando lo que fue. Así, dormida, con el cloroformo en las venas y la anestesia en la boca, Sevilla ve pasar trenes a los que se suben otras ciudades, pero en los que no podemos mostrar siquiera intención de subir nosotros, porque no nosdejan. Después del último cohetazo del 92, algunos dentro y fuera de Sevilla decidieron obligarnos a dormir. Según ellos, ya se había pagado con creces la deuda histórica con Sevilla. Nos habían regalado, según su manera de entender las cosas, una Expo que nos sacaría del olvido del franquismo y de la transición. Es verdad que la ciudad se transformó. Mutaron sus avenidas, cambió su urbanismo, seganaron espacios baldíos para la ciudad por el oeste, nos conectaron por vía rápida con Madrid, se levantaron cinco puentes sobre el Guadalquivir, se abrió una nueva terminal en el aeropuerto y se civilizó el tráfico con la SE-30. Todo esto nos lo dejó el 92. Pero a partir de entonces, como si no hubiera más vida, nos echaron a dormir. La hibernación. La orden de que Sevilla tomara valeriana y tilapor un tubo y no levantara la cabeza. Y ni una perra más. Todos a dormir a la cueva. Como los osos cuando llega el invierno. Necesitamos aire fresco que nos despierte de este mal sueño. Aquí, en Sevilla, tenemos un alcalde que ha sabido interpretar esa política de la modorra e hibernación como nadie. Lleva mandándonos a dormir desde hace ocho años. No miento. No distorsiono la realidad. No la...