Imagenes del Mexicano

Imágenes del mexicano
En varias ocasiones he tenido que visitar Estados Unidos de Norteamérica, y he
notado una creciente curiosidad entre las personas con las que he convivido, por
entender más a nuestra cultura. Quiero pensar que el interés por entender nuestras
costumbres, nuestro modo de vida y las verdaderas tradiciones mexicanas, es una
manera legítima de ir a través de un proceso detransculturación.
¿Transculturación? ¡Palabra dominguera! No, ya en serio, para quienes estudian
temas sociales y antropología, queda mas o menos claro que la interacción entre
pueblos de costumbres distintas no es estática ni nunca lo ha sido, por lo que al
intentar explicar cómo es que un pueblo va recibiendo gradualmente la cultura de
otro distinto, hasta reemplazar incluso las costumbrespropias, es que se acuñó el
término transculturación en los años 40’s.
En realidad es un tema hermoso, ya que vivimos en una aldea global en la que
estamos cada vez mas comunicados. Pensando en todo esto, me asalta la duda:
¿cómo ocurre tal transculturación? ¿Cómo participamos en ella? Viviendo tan cerca
de la frontera, ¿Cuál será nuestra responsabilidad al servir de “puente cultural” entreambos países?
Por salud mental, vamos a dejar de lado el agrio tema de la inmigración y el
racismo, para adoptar sólo el lado Light y divertido del intercambio cultural. Al fin y
al cabo, el mexicano es capaz de reírse de si mismo, eso ya está más que probado
¿Qué no?
Estoy seguro que la mayoría ha escuchado alguna anécdota de los típicos
“penachazos”: aquellas situaciones en que nos sale elhermoso Quetzalcóatl hasta
por el más ínfimo poro de nuestra piel. Recuerdo muy bien aquella ocasión en la que
andando en Gringolandia, un compañero estacionó el vehículo que traía rentado en
una parada de autobús prohibida; ni tardo ni perezoso, un policía que estaba en la
esquina se les deja ir encima gritándoles “¡Basta! ¡Bastaaaa!” y mi compañero, quien
apenas se había bajado del auto, lecontesta muy digno: -“¿Basta de qué cuate?
Psss.. si acabamos de llegar”. El oficial, apuntando ahora al letrero de parada de
autobús, les había dicho “Bus Stop” (bas-stap). ¡Duuh! Que mala onda con la
barrera del lenguaje. He ahí que se aventaron un penachazo y ni modo.
Reflexionemos por un momento. Cuando convivimos con personas de una cultura
diferente a la nuestra (los güeritos, que sonlos que tenemos cerca) ¿Será que
compartimos en realidad parte de nuestras costumbres y tradiciones? ¿Nos
convertimos en embajadores de nuestra patria? Yo creo que si. Por ejemplo,
recordemos aquellas vivencias o historias en las que se manifiestan entre los
habitantes de un pueblo, todas esas “ideas”, imágenes o estereotipos acerca de otra
cultura, y que se formaron con el tiempo gracias ala interacción misma. Esto ocurre
invariablemente.
Recuerdo que me platicaban de una estudiante de intercambio, quien al bajar del
avión notó que tenía a toda una comitiva de bienvenida. Todos ellos se llevaron
tremenda decepción al verla salir vestida con jeans y T-shirt, pues esperaban poder
admirar a toda una “Adelita” de verdad con tremendas enaguas, botas, rebozo y
trenzas con lazos decolores festivos adornados con un sombrerote. Ahora sí que no
es charra, la neta, hasta hubo un gringo que después le preguntó si afuera de las
cantinas todavía existían los tablones esos para amarrar el caballo… ya me imagino,

como en las películas de “exportación” donde salía Pedro Armendáriz de indio. ¡Auch!
Caramba.
¿Por qué existió esa imagen de nosotros? ¿Cómo se creó en ellos la ideade que el
vestido del mexicano no se ha modernizado? Creo que vale la pena preguntarse.
En otra ocasión, cuando unos amigos visitaban a una familia en el extranjero en su
casa, les ofrecieron algo de tomar: -“Ice?” preguntó su anfitriona, –“Yes, please”
contestaron ellos muy sabiondos; ¡pues no creerán que les va presumiendo cómo del
refrigerador podían salir los cubitos de hielo! -“¿Ven?...