Imagina que estamos recostados sobre la dulce arena del mar

Imagina que estamos recostados sobre la dulce arena del mar. Mi cabeza descansa sobre tus suaves y delicadas piernas, todo es tan perfecto, tan especial, una suavidad se inhala en ese ambiente. No existe nadie más solo tú, yo y un silencio que nos da calma aunado a nuestro gran amor, amor que emerge desde lo más profundo de nuestros cuerpos. La luz de la luna alumbraba todo nuestro derredor, labriza del mar refrescaba nuestras mejillas y la arena acolchonada y tersa descansaba nuestros cuerpos. El término perfecto tomaba validez en instante. Ambos sabíamos; no era la luna, ni el mar eras tu, era yo.

Todo era único: nos besábamos, nos abrazábamos, cualquier momento era el adecuado para amarnos, desearnos y entregarnos pero había algo extraño, una sensación diferente ya que era laprimera vez que estábamos completamente solos y si tomábamos en cuenta que nunca habíamos llegado a tener más allá de un contacto de labios la situación se tornaba extremamente excitante.

–Lo sabíamos- Ahí había algo especial, un calor diferente, algo mágico, en el aire aun sin reconocerlo se respiraba pasión, Entonces lo entendí la hora de entregarnos el uno al otro había llegado. Sin saber cómo seiban a dar las cosas en un momento de descuido –yo, como tenía mi cabeza recostada en tus piernas sin que tú te percates de mi acto empecé a girarla de modo que quedo totalmente frente a tu abdomen.

Quien hubiese pensado lo que iba acontecer esa noche? Mirando tu abdomen no me contuve y con mis manos te comencé a ariciar, no solo eso, sino que mis labios impregnaron tu ser, en eso, una mirada tuyase clavó en mis pupilas no hubo palabra alguna pero tus ojos me lo decían tenía que continuar.

Así que baje un poco más. No soporte, mirando tu intimidad de cerca la temperatura de mi cuerpo se elevó al grado que una excitación surgió en mí -pareciese ser que ya no podía retomar el control- solo una cosa deseaba: Tenerte como mujer, y que tú me tuvieses como hombre. No soporte más, con mis manosinicie el acto, te bese mucha veces por encima de tu ropa, obviamente tu temperatura corporal ya había aumentado. Quitando la prenda que cubría tu delicado cuerpo, y dejándote solo con tu prenda íntima continúe con las caricias, ya no podía mas, solo deseaba poseerte como mi mujer y sin más que decir retire la diminuta prenda "Ahí te desnude pétalo a pétalo dejándote completamente vestida solo detu hermosura" no espere más, simplemente deje que mi lengua empezara a recorrer cada parte de tu sensibilidad, pasando por la profundidad y esencia de tu ser, toda tu virtud, tu intimidad.

De pronto me detuve. En ese momento reconocí que era momento de recompensar toda la felicidad que me habías dado. Te sentía tan unida a mi que solamente necesitaba probar tu sabor, conocer tu aroma y laesencia que tienes como mujer. Ese momento, justo en ese instante lo supe: junto a ti era feliz.
No necesitaba más, había encontrado mi complemento, lo sabía a tu lado tenía todo. La escena fue la perfecta, la única, no había nadie, ni las críticas de la gente, ni la oposición de la sociedad, ni los obstáculos de los cercanos, no había ni existía nada, solo tú y yo disfrutando plenamente delplacentero acto sexual.

Nuevamente acerque mis labios a tu intimidad, provocando que mi aliento rosara cada parte sensible de cuerpo desde tu abdomen hasta tu sexo, mi rostro estaba frente a ti, solo unos cuantos centímetros lo separaban, entonces suavemente mis labios se fueron aproximado a tu intimidad, besándote como lo que eras las mas erótica, sensual y sexual de las mujeres.
Mis labios seimpregnaron con tu clítoris y pudiera haber asegurado que tu respondías a ese beso, en eso nos unimos, y un tranquilizante gemido salido de tu boca. Estabas comenzando a disfrutar. Tu recostada sobre la arena desnuda, y yo sobre ti acariciándote con mis manos y mi boca. El tiempo se detuvo mientras el viento tocaba nuestros cuerpos, tú te derretías en mi boca, tu sexo mojaba mis mejillas, tu virtud me...