imaginario social

Imaginación social, imaginarios sociales – Baczko.Esta de moda asociar la imaginación con la política y el imaginario con lo social. Estas asociaciones y los problemas que manifiestas han hecho una carrera rápida tanto en los discursos políticos e ideológicos como en los de las ciencias humanísticas.
Los políticos son apreciados no solo en razón de su competencia, de su energía, de su fuerza,etc., sino también en función de la imaginación política y social que se le otorga o se le niega. La asociación imaginario y poder es una prueba de la paradoja por el hecho mismo de que la palabra, que en su acepción común designaba una facultad productora de ilusiones, sueños y símbolos y que se ejercía en especial ligada a la poesía y a las artes, hacia su irrupción en un terreno reservado a lo“serio” y a lo “real”.
En cuanto a las ciencias humanísticas se puede constatar fácilmente que la imaginación también gano terreno en el campo del discursivo y que el estudio de los imaginarios sociales se convirtió en un tema de moda. Sin embargo, las ciencias humanísticas, contrariamente que los discursos políticos que pedían imaginación al poder, atestiguaban que la imaginación esta en elpoder desde siempre. Los discursos políticos no hacían valer más que las funciones creadoras de la imaginación y fijaban a la palabra las aspiraciones de una vida social distinta, invistiéndola de funciones simbólicas. Por el contrario, las ciencias humanísticas estudiaban las complejas y múltiples funciones que resultan del imaginario en la vida colectiva y en especial en el ejercicio del poder.Aquellas ponen en evidencia que todo poder, y particularmente el poder político, se rodea de representaciones colectivas y que, para el, el ámbito del imaginario y de lo simbólico es un ligar estratégico de gran importancia.
Las ciencias humanísticas les otorgan a los imaginarios sociales un lugar preponderante entre las representaciones colectivas y no los consideran irreales.
Tomando como ejemplea los emblemas, ostensibles representaciones del poder, de los partidos políticos, de los movimientos sociales, etc., todo poder busca monopolizar ciertos emblemas y controlar, cuando no dirigir, las costumbres de otros. De este modo, el ejercicio del poder, en especial del poder político, pasa por el imaginario colectivo. Ejercer un poder simbólico no significa agregar lo ilusorio a un poderío“real”, sino multiplicar y reforzar una dominación efectiva por la apropiación de símbolos.
La falta de una teoría de los imaginarios sociales no puede sorprender: las investigaciones, en especial los estudios históricos, salen hacia varias direcciones. El estudio de los imaginarios sociales presenta cierta complejidad, particularmente desde una perspectiva histórica, debido a la diversidad deenfoques y de tendencias metodológicas que allí se encuentran y hasta se oponen.
De este modo, se plantean algunos jalones que indican un campo de investigación. Comenzando con la terminología, y en particular por las palabras claves: imaginación, imaginario. Se refieren a un elemento fundamental de la conciencia humana y es por eso que sus definiciones no pueden obtenerse.
El adjetivo socialdelimita una acepción más restringida al designar dos aspectos de la actividad imaginante. Por un lado, la orientación de ésta hacia lo social, es decir, la producción de representaciones globales de la sociedad y de todo aquello que se relaciona con ella. Por otro lado, el mismo adjetivo designa la inserción de la actividad imaginante individual en un fenómeno colectivo. En efecto, las modalidades deimaginar, de reproducir y renovar el imaginario, como las de sentir, pensar, creer varían de una sociedad a otra, de una época a otra y, por consiguiente, tienen una historia.
Los estudios contemporáneos sobre la imaginación social no se proponen fijar una facultad psicológica autónoma. Se trata de delimitar un aspecto de la vida social, aspecto cuyas particularidades solo se manifiestan en la...