Imperialismo europeo
El obstáculo más activo y poderoso para una verdadera independencia de América latina es el imperialismo yanqui, cuya masa de miles de millones de dólares está invertida principalmente en el hemisferio oriental. El carácter real del capitalismo “democrático” norteamericano se revela claramente por las dictaduras tiránicas de los países de América del Sur, cuya suerte estáinextricablemente ligada a la suya, y que durarán tanto como él. Los déspotas sedientos de sangre que oprimen a millones de campesinos y obreros de América latina, los Vargas y los Batista, no son en el fondo, más que el instrumento político de EEUU, “democrático” e imperialista. En países como Puerto Rico, el imperialismo norteamericano provoca y suprime brutalmente al movimiento nacionalista, graciasal gobernador Winshin.
La burguesía nacional ascendente en numerosos países de América del Sur, esperando una mayor parte del botín, y luchando por una independencia más completa, es decir, por la posición dominante en la explotación de su propio país, trata, en verdad, de utilizar las rivalidades y los conflictos de los imperialistas extranjeros tras este objetivo. Pero su debilidad general ysu apariencia retardada le impiden alcanzar un elevado nivel de desarrollo, que escapa al papel de instrumento de un imperialismo contra otro. No puede encarar una lucha seria contra toda dominación imperialista y por una verdadera independencia nacional, porque teme desencadenar un movimiento de masas de los trabajadores del país, que amenazaría su propia existencia.
El reciente ejemplo deVargas, que intenta utilizar la rivalidad entre EEUU y Alemania, pero al mismo tiempo, mantiene la más salvaje dictadura sobre las masas populares brasileñas, es un ejemplo destacable. La administración Roosevelt, a pesar de sus amables pretensiones, no ha aportado ninguna modificación a la tradición imperialista de sus predecesores. Repitió con énfasis la mentirosa doctrina Monroe: ha confirmado sureclamo de derechos monopolistas sobre América latina en las conferencias de Buenos Aires; ha santificado con su aprobación los abominables regímenes de Vargas y de Batista; su reivindicación de una policía marítima más poderosa en el Atlántico y no solo en el Pacífico, prueba su celo por desarrollar las fuerzas armadas de EEUU para la defensa de su poder imperialista en la parte sur delhemisferio. Bajo Roosevelt, la política del puño de acero en América del Sur está recubierta por el guante de las pretensiones demagógicas de amistad y de “democracia”.
La política del “buen vecino” no es otra cosa que el intento de unificar el hemisferio sur bajo la hegemonía de Washington, como un bloque sólido que lleva a cerrar la puerta de los dos continentes americanos a todas las otras potencias...
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