Imperialismo fase superio del capitalismo ensayo
PROLOGO A LAS EDICIONES FRANCESA Y ALEMANA
Este libro, como ha quedado dicho en el prólogo de la edición rusa, fue escrito en 1916, teniendo en cuenta la censura zarista. Actualmente, no tengo la posibilidad de rehacer todo el texto; por otra parte, sería inútil, ya que el fin principal del libro, hoy como ayer, consiste en ofrecer, con ayuda de los datosgenerales irrefutables de la estadística burguesa y de las declaraciones de los sabios burgueses de todos los países, un cuadro de conjunto de la economía mundial capitalista en sus relaciones internacionales, a comienzos del siglo XX, en vísperas de la primera guerra mundial imperialista.
Hasta cierto grado será incluso útil a muchos comunistas de los países capitalistas avanzados persuadirse porel ejemplo de este libro, legal, desde et punto de vista de la censura zarista, de que es posible -- y necesario -- aprovechar hasta esos pequeños resquicios de legalidad que todavía les quedan a éstos, por ejemplo, en la América actual o en Francia, después de los recientes encarcelamientos de casi todos los comunistas, para demostrar todo el embuste de las concepciones y de las esperanzassocialpacifistas en cuanto a la "democracia mundial".
Intentaré dar en este prólogo los complementos más indispensables a este libro censurado.
II
En esta obra hemos probado que la guerra de 1914-1918 ha sido, de ambos lados beligerantes, una guerra imperialista (esto es, una guerra de conquista, de bandidaje y de robo), una guerra por el reparto del mundo, por la partición y el nuevo repartode las colonias, de las "esferas de influencia" del capital financiero, etc.
Pues la prueba del verdadero carácter social o, mejor dicho, del verdadero carácter de clase de una guerra no se encontrará, claro está, en la historia diplomática de la misma, sino en el análisis de la situación objetiva de las clases dirigentes en todas las potencias beligerantes. Para reflejar esa situaciónobjetiva, no hay que tomar ejemplos y datos aislados (dada la infinita complejidad de los fenómenos de la vida social, se puede siempre encontrar un número cualquiera de ejemplos o datos aislados, susceptibles de confirmar cualquier tesis), sino indefectiblemente el conjunto de los datos sobre los fundamentos de la vida económica de todas las potencias beligerantes y del mundo entero.
Me heapoyado precisamente en estos datos generales irrefutables al describir el reparto del mundo en 1876 y en 1914 (§ VI) y el reparto de los ferrocarriles en todo el globo en 1890 y en 1913 (§ VII). Los ferrocarriles constituyen el balance de las principales ramas de la industria capitalista, de la industria del carbón y del hierro; el balance y el índice más notable del desarrollo del comercio mundial yde la civilización democráticoburguesa. En los capítulos precedentes de este libro, exponemos la conexión entre los ferrocarriles y la gran producción, los monopolios, los sindicatos patronales, los cartels, los trusts, los bancos y la oligarquía financiera. La distribución de la red ferroviaria, la desigualdad de esa distribución y de su desarrollo, constituyen el balance del capitalismo moderno,monopolista, en la escala mundial. Y este balance demuestra la absoluta inevitabilidad de las guerras imperialistas sobre esta base económica, en tanto que subsista la propiedad privada de los medios de producción.
La construcción de ferrocarriles es en apariencia una empresa simple, natural, democrática, cultural, civilizadora: se presenta como tal ante los ojos de los profesores burgueses,pagados para embellecer la esclavitud capitalista, y ante los ojos de los filisteos pequeñoburgueses. En realidad, los múltiples lazos capitalistas, por medio de los cuales esas empresas se hallan ligadas a la propiedad privada sobre los medios de producción en general, han transformado esa construcción en un medio para oprimir a mil millones de seres (en las colonias y en las semicolonias), es...
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