Imperialismo
La madre Ana María Janer terminaba el tiempo de elección, pero conservaba toda la lucidez de entendimiento y su memoria era feliz.
Conservaba íntegras susfacultades mentales, y se dedicó de una manera especial a la oración y al trato con la gente joven.
Ya en el año 1884, estaba algo más decaída, pero siempre sus labios se abrían con provechoespiritual del prójimo y siempre presente a los actos de Comunidad. Su entendimiento conservaba el brillo de la edad madura, en la que está sentada la experiencia y reluce también la discreción, las ideasgozan de serenidad y salen ordenadas.
Su última noche se manifestó por vivos dolores, aunque parecía que no los sufría; ella sabía como disimularlo. Eran altas horas de la noche cuando ya muy enfermadijo: “Padre, mi deseo es morir como penitente por amor a Cristo Jesús que por mí expiró clavado en Cruz...”
Sosegada, parecía que estaba al habla con Dios, y al llegar a la décima estación quearrancan las vestiduras a Cristo, el alma de la Madre sosegadamente salió de este mundo y quedó en brazos de su Criador.
A las 11 de la mañana del 11 de enero, mientras las Hermanas rezaban la décimaestación del Vía Crucis, la Madre Ana María Janer entregó su vida a Cristo.
Ana María y los ancianos
Nuestra madre Ana Maria Janer fue fundadora del Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia deUrgell. Su proyecto de vida era amar y servir siempre y en todo, así fue. Dedicó su vida a los pobres, los niños y los ancianos solos. Ella comprendía las necesidades ajenas y tenia una relación muyespecial con los ancianos.
Podía intuir lo que los ancianos necesitaban en cada momento, y a ella recurrían con confianza porque la veían acogedora y maternal. Infundía cariño y respeto en aquellos que seacercaban a ella. Una discreta caridad que la distinguió en el trato siempre amable con todos, procurando con ello ayudarles a encontrar un camino abierto a la esperanza y sobre todo al amor de...
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