Importación de modelos

Buenos Aires tiene un pulmón verde único. Un estuario, conformado por miles de arroyos, ríos y grandes extensiones fértiles de tierra virgen, que abarcan el sector sur-oeste de la provincia de Entre Ríos y el noreste de la provincia de Buenos Aires.
Esta extensión territorial bi-provincial, popularmente conocido como Delta del Paraná, o simplemente, “El delta” ha sido, a través de la historia,testigo (tanto actuante como tácito) de numerosos procesos colonizantes por parte de distintos grupos etáreos. Todos ellos, tan heterogéneos como fuese posible, dejaron en evidencia su ideal de habitar o como apropiarse de un área con características tan particulares.
Sus elementos configurantes (densa vegetación, crecidas de ríos, duras condiciones de habitabilidad, inviernos crudos, etc.) hanimpedido que estos asentamientos se densifiquen. En cambio, los pobladores se encuentran dispersos en las costas de los cursos naturales de agua, marcando así este elemento como protagonista absoluto del habitar isleño. Tal vez por esto, aquellos modelos de habitar que han sabido entender y apropiarse mejor de esta particularidad de “Venecia salvaje”, han sido los que más éxito y perdurabilidadhistórica presenta. Pero como toda historia humana, tiene sus periodos, y reincidencias. El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, o en este caso, con el mismo río.
El empleo de modelos arquitectónicos exportados sin conciencia contextual ha sido una constante invariable. En esta búsqueda del “ser isleño”, desde el siglo XIX en adelante, ha sido excusa para eldespliegue de todo tipo de proyectos y obras, de menor o mayor envergadura, que han intentado apropiarse del lugar de manera particular. Comenzado con las construcciones euro-exportadas, las tipologías americanas o el modernismo ciego, hasta la actualidad, con la incorporación del ideal de “barrio cerrado” al paisaje deltaico.
Debido a esta problemática recurrente, es que nos planteamos lo siguiente:¿Puede funcionar una arquitectura sin contexto? ¿Se puede manufacturar una identidad por sobre la carga natural de un lugar? ¿Se pueden exportar modelos urbanos estandarizados? Poder se puede, pero ¿Qué beneficios tienen? ¿Y cuáles son sus contras? O mejor dicho ¿Cuál es su impacto en el medio insertado?
Esta serie de preguntas disparadoras, tan básicas como profundas, saltan generaciones yposturas hasta llegar a nuestros días, por lo cual no se busca una verdad absoluta con este trabajo, sino un recorte temporal de la problemática actual.

¿Quién habita? ¿Cómo habita? Buenos Aires, fuera de Buenos Aires

Hasta fines del siglo XIX, el movimiento en las islas era meramente comercial, relegado a naves de transporte de materia prima destinada al comercio en el puerto de frutos, y de allíal resto de la provincia. Pero este paradigma fue mutando, gracias a la confluencia del crecimiento económico local y las espectativas de un futuro próspero, se abrieron las puertas a nuevos inversores que fueron cambiando la fisionomía de la zona. La regulación municipal en materia de transporte, la cual si bien se mantiene en manos privadas, esta normalizada como “…bien necesario, obligatorioy excluyente…”, garantizando su continuidad. Básicamente, no hay población isleña sin lanchas colectivas. Este gran avance, cambio la visión del Delta para la gente de Buenos Aires, haciéndola mucho más accesible y cercana para la gente de la ciudad en crecimiento. Esto mismo, fue el detonante de los ideales urbanizantes, los cuales mostraban una voluntad de llevar ¨civilización¨ a un área rural yde optimizar las características productivas. Ya no solo se extrae materia prima, sino que se puede manufacturar en el área. (Tal es el caso de la fábrica de Sidra, “La real”, en el Arroyo Gallo Fiambre)

¿Pero que conlleva un proceso de urbanización?”


En primera instancia, se produce el choque social.
Todo este fenómeno de ocupación territorial generó una necesidad en materia del...