Importante: Una simple reflexión sobre el tiempo y sus proverbios.
IMPORTANTE: Una reflexión sobre el tiempo y sus proverbios.
Solía ser una personaque se preocupaba en exceso por hacerlo todo bien. Tan bien, que metí muchas veces la pata… Y no sólo eso, me desgastaba a tal punto que me sentía verdaderamente agotada. Tenía taquicardias, dolores decabeza e incluso me daban síncopes. Tiempo después, quería corregirlo todo, editarlo. Tomaba actividades extra (las que había y no las que realmente necesitaba o quería) y hasta las arrastraba conmigocuando me iba con mi familia de vacaciones. No paraba nunca. Me disculpaba a la primera oportunidad que se me presentaba y de la manera más arrebatada, corría a desgastarme por cualquier empresa (sinpensar siquiera en si era prometedora o no) y ni aún así lograba sentirme en paz conmigo misma.
Nada era suficiente. Yo no era suficiente para mí misma.
El hecho de detestarme a mí misma portener que recurrir a ‘secuelas’ para intentar redimirme no ayudaba en lo absoluto. Odiaba los proverbios y las frases que decían cosas como: ‘El tiempo lo cura todo’, ‘Con el tiempo, lo verás’, ‘Elmomento llegará’, ‘Todo tiene su momento’, etc. ¡Y no! Yo necesitaba hacerlo todo cuanto antes, porque las cosas ya no eran como antes, ¡La vida moderna era una montaña rusa a la que no podías hacerleesperar porque si no te morías tragando polvo! ¡Basta de refranes! ¡La vida se trata de acción!
Poco a poco, fueron calando muchas cosas. Pasaron los cumpleaños. Me decepcioné de la forma que teníade ver las cosas. También me decepcioné de muchas otras cosas... Y esto dio paso a un aburrimiento hacia todo que no había experimentado nunca antes. Un aburrimiento productivo, paradójicamente, puescomencé a cuestionar cada aspecto, de lo macro a lo micro, sin reprocharme, sino a comprendiendo que intenté hacer lo mejor para el momento porque no sabía hacerlo de una mejor forma, entonces mi sed...
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