Impuestos en el Porfiriato
La dictadura de Porfirio Díaz también lo fue en materia hacendaria, ya que Don Porfirio duplicó, por ejemplo, el impuesto del timbre, gravó las medicinas y un ciento deartículos. De poco le sirvió cobrar impuestos por adelantado, ya que la deuda externa crecía día a día. De los 30 millones de pesos que recaudaba anualmente, gastaba 44. Aunque la situación eraapremiante, el general Díaz logró darle un poco de respiro al erario, al nombrar, en 1893, a José Yves Limantour como ministro de Hacienda. El francés, aumentó las cuotas de los estados y la Federación;redujo el presupuesto y las partidas abiertas del Ejecutivo, así como los sueldos de los empleados gubernamentales; encontró nuevas fuentes de ingresos en el gravamen racional de las actividades,especulaciones y riquezas, y regularizó la percepción de los impuestos existentes por medio de una vigilancia activa y sistemática sobre trabajadores y contribuyentes.
Sin embargo, los excesos del porfiriatoy sus impuestos socavaron la situación de la mayoría de la población. El destierro del general Díaz y los movimientos revolucionarios provocaron que se dejara de pagar impuestos durante siete años.En 1913, el general Victoriano Huerta impuso nuevos pagos y gravó fuertemente los licores, vinos, cervezas, alcohol en general, el tabaco y el petróleo. El pretexto para estos tributos “al chupe y losfaros”, como se decía, fue que se requerían recursos para combatir a Venustiano Carranza. De acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, sólo en esta guerra se gastaron 36 millones de pesos.Para 1917 la recaudación de impuestos en México ascendía a 75 millones de pesos en oro y 236 millones en papel, pero se hicieron gastos por 96 millones y 855 millones, respectivamente. Por esa razónse incrementaron de nuevo los aranceles a las bebidas alcohólicas, la cerveza y los vinos importados. El gravamen al tabaco se duplicó y se impusieron tarifas fiscales al teléfono, la luz y la...
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