in the dark
Por David Gerrold
1
—¡Ricitos de Oro!
Jake sonrió mientras estudiaba las visuales frente a él. Su nave todavía
estaba muy lejos como para que pudiera tener una vista detallada del planeta
pero las especificaciones eran óptimas... Hasta mejores que óptimas.
Un sol amarillo cálido, no muy lejos del ciclo primario. Tres lunas
pequeñas, lo suficientemente grandes paragenerar fuerzas de marea y
mantener al planeta firme en su eje. 90,09% de gravedad estándar. 73%
cubierto por agua. 31% de oxígeno en la atmósfera. Temperatura media de 24
grados Celsius. Supertormentas de estación, pero eso pasó en casi todos los
planetas con atmósfera. Un continente largo, irregular, que recorre todo el
planeta desde las regiones árticas del norte y hasta sobrepasar apenas lasregiones templadas del extremo sur, sumado a una diseminación de islas
grandes, la mayoría de ellas está cerca de las costas de ese único continente
pero algunas están más lejos. La vegetación está matizada de ámbar a índigo
pero se inclina un poco más hacia el naranja y el rosado. Las cantidades de
CO2 y metano en la atmosfera indican que hay una biomasa herbívora
considerable yprobablemente también haya algunas formas carnívoras
dependientes. Algo de acción volcánica pero nada cataclísmico.
Ni demasiado caliente, ni demasiado frío.
Ni demasiado grande, ni demasiado pequeño.
Habitable.
Ideal.
Ricitos de Oro.
Mejor aun: esta estrella estaba en un lugar tan improbable, tan lejos de
las rutas principales, que lo más probable es que nadie lo haya ido a buscar.
Qué demonios,pensó, tal vez él sería el primer humano en pisar este mundo
2
improbable.
—¡Ja! ¡Será Ricitos de Oro entonces! Queda bautizado oficialmente el planeta
de los bucles dorados. —Y posiblemente el de los problemas inesperados. Esa
parte no la dijo en voz alta. ¿Para qué llamar a la desgracia?
Le dijo a la adjutora que pusiera su nave en una órbita polar y puso los
escáneres a mapear toda lasuperficie del planeta. Pensaba quedarse bastante
tiempo aquí. Tal vez toda la vida. Buscaba algo tropical, con chaparrones a la
tarde para refrescar el calor del día y con vista al oeste para poder sentarse en
la puerta de su casa a disfrutar del atardecer.
De
hecho,
tenía
una
lista
entera
de
deseos.
—Adjutora, busca que tenga terreno fértil para poder plantar frutas yvegetales. Acceso a agua corriente limpia para poder bañarme regularmente y
armar un molino de agua generador de energía para la iluminación. Que esté
lo suficientemente cerca de una playa para poder salir a navegar pero en un
terreno elevado por si hay un tsunami. Que no haya volcanes activos ni fallas
geológicas en las inmediaciones y que no se encuentre en ninguna franja de
tornados.—Procesando... —respondió la IA.
Jake
caviló
en
voz
alta.
—Probablemente una isla cerca de la franja ecuatorial. Eso estaría lindo.
—Una ubicación continental le daría mayor acceso a recursos.
—Sí pero también me pondría en el camino de varias especies
migratorias. —Los escáneres revelaron rebaños gigantes de unas cosas
sorprendentemente grandes que se desplazaban lentamente,siempre en
busca de pastoreo fresco... seguidas por depredadores casi igual de grandes,
manadas
enteras.
3
—Vivir en el medio de una superautopista evolucionaria no es una buena
opción. No soy estúpido.
—Por supuesto que no —coincidió la adjutora—. Sus puntuaciones
psicométricas son altas aun considerando su tendencia a la impulsividad.
—Cállate —dijo Jake. Él no había llegado a estelugar por accidente.
Había pensado en esto durante mucho tiempo.
La decisión de desertar había comenzado a crecer en su cerebro veinte
minutos después de la primera vez que hizo las estadísticas de mortalidad. Se
había estado murmurando a sí mismo "Hay soldados viejos y soldados
valientes pero no hay soldados viejos y valientes". Entonces descubrió que ni
siquiera había soldados viejos. No...
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