Inagotable
“La necesidad de pensar
es la que nos hace pensar”
Theodor Adorno
Nuestro tiempo es el de las crisis. Paralelo a los casi insospechados avances de lastecnologías, nuevas incertidumbres, desafíos, pérdidas y necesidades emergen en un universo completamente distinto y cambiante. La cibercultura, la postmodernidad y la deslegitimación consecuente de losrelatos orientadores en la llamada sociedad red, así como el concepto de una modernidad líquida en la que lo efímero y lo sublime mediático avanzan entre ríos de informaciones y redes, ponen ante elcontexto en el que se dan los procesos de enseñanza-aprendizaje caminos completamente nuevos y diversos, en los que la llama de lo humano reclama ser vuelta a encender por una escuela que no solamentesea capaz de pensarse a sí misma, sino que se entienda como el primer laboratorio de formación de la ciencia, la investigación y el cuestionamiento que en las alas de la creatividad permitan en mediode las crisis y la incertidumbre encontrar las rutas para mantener vivo el fuego del pensamiento y de lo humano.
En este sentido, en el proceso de enseñanza aprendizaje, en el contextocontemporáneo, es necesario y prácticamente imperante, llevar a que las prácticas que se den en las aulas se conviertan necesariamente en escenarios en los que el acto investigativo se haga presente y éste sedesarrolle como un proceso permanente, capaz de retroalimentarse constantemente y de dar una respuesta a un contexto diferente, polifónico, multimedia y en el que las formas de pensar, actuar y hacerciencia para poder ser significativas han de ser capaces de llevar a la escuela, en el marco de un compromiso decidido con el conocimiento, a realizar las transformaciones en las que el poder del saberno sea otro que el que permita el desarrollo del ser en todas sus dimensiones. Pero, ¿cómo lograr desarrollar esta cultura de la investigación en tiempos de crisis como los actuales?. La respuesta,...
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