inasion
UN GOBIERNO animado del deseo de conservar
incólumes el honor nacional y la independencia de
la patria, debe hacer todo género de esfuerzos para prepararse
á la lucha: tal es la teoría moderna del arte militar, y así
lo dictan la prudencia y el decoro.
Los pueblos respetan siempre más á los Estados que
cuentan con elementos poderosos de guerra, que á lasnaciones
débiles, que entregándose en los brazos de una sofística
ilusión, están soñando en el siglo que agoniza, que
no hay más combate ni mejor triunfo que el que se da y obtiene
con la fuerza y elocuencia de la palabra razonada.
Los hombres del pasado y el presente son los mismos en
sus pasiones é intereses; hoy como ayer, el derecho del más
fuerte no ha dejado de existir, y la única varianteque puede
reconocerse, es el carácter nacional que toman las guerras
modernas.
No es necesario argumentar mucho para convencerse de
que el ejército ó ejércitos que no están organizados, instruidos
y moralizados, se ven obligados á ceder ante un adversario
rico, audaz y emprendedor, ocasionando al pueblo á que pertenecen,
el oprobio y la vergüenza.
La historia, debidamente interpretada, nosdemostrará
esta verdad.
La estrategia ó ciencia del director de tropas es la base
de la historia militar, y sin ella no se ve claro en las operaciones
que se desarrollan ante nuestros ojos, ni se puede
apreciar con sano juicio los móviles que han influido en las
resoluciones del mando, ni las ventajas ó riesgos que presenta
una combinación cualquiera.
Basada en las ciencias abstractas yconcretas, necesita
del concurso de todo conocimiento humano: pero ella en sí,
reconoce cierto número de principios que son axiomáticos, y
entre los cuales importa saber los dos principales.
1.o La política y la estrategia deben siempre estar en íntima
relación.
2o El principal objetivo de toda fuerza armada y en acción,
es buscar al enemigo y batirlo, obrando siempre en el momento
decisivocon todas las fuerzas disponibles.
Estas son las bases de nuestro estudio y con ellas; entramos
de lleno á la cuestión.
LOS que hayan leido nuestra historia, quedarán admirados
al ver las contínuas evoluciones políticas que en
el transcurso de sesenta y siete años hemos sufrido. Imposible
es seguir en la memoria el hilo de la intrinoada red de
revoluciones, pronunciamientos, asonadas ymotines que han
asolado al país por tanto tiempo
Gobernantes hubo que proclamando hoy con ardoroso entusiasmo
el principio de libertad, hayan al día siguiente de una
revuelta, cambiado de credo político con un cinismo que envidiaría
el mismo Diógenes.
Los odios de partido, introducidos hasta el seno del hogar,
aislaban á las clases sociales; exhausto el tesoro, interrumpido
á cada momento elcomercio, muerto el espíritu de progreso
y poco cuidada la industria, todo contribuía á dar más
palidez al cuadro sombrío que presentaba la situación.
Nuestra frontera del Norte yacía completamente abandonada.
Una parte del ejército que en 1836 hiciera la campaña
contra Tejas, permanecía en la frontera olvidada por
el Gobierno, quien mientras concedía recompensas y ascensos
á muchos que nolo merecían, postergaba á los valientes
que mal pagados y lejos de sus hogares, sufrían en silencio
tal conducta.
Elevado el General D. José Joaquín Herrera, al Supremo
Poder por la caída del General Santa Anna, dispuso á mediados
de 1845 que dos divisiones al mando de los generales
Filisola y Paredes, emprendieran su marcha á la frontera para
poner á Mexico á cubierto de una sorpresa quepudiera
venir allende el Bravo, á causa del estado poco amistoso
que guardábamos con los norte-americanos. Estas fuerzas no
llegaron á su destino, primero por la separación del mando
del General Filisola y segundo porque_el General Paredes,
depositario del honor nacional en esos momentos, cumplia con
su deber revelándose contra el Gobierno, y marchando con sus
fuerzas hacia la capital á...
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