Incendio estructural
La cuestión, sin embargo, no es tanto si los peligros de nuestra era científico-tecnológica son mayores o menores que los de épocas anteriores, sino que hoy los peligros son habitualmente imputados a acciones y decisiones humanas y, por tanto, se les otorga la forma de riesgos. Si en el pasado muchos dañosse atribuían a los dioses, la naturaleza o simplemente el destino, hoy prácticamente todos los peligros que nos amenazan parecen descansar sobre decisiones y, en esa medida, son modificables e imputables moral, política y jurídicamente.
Cuando hace algunos años las cadenas de televisión nos mostraban las imágenes devastadoras de un terremoto en Turquía pudimos observar como las consecuenciashabían sido sustancialmente distintas, dependiendo de las características de las construcciones. A veces, tan sólo una calle era la frontera entre los efectos leves y los catastróficos. El mismo huracán puede tener resultados devastadores en un país e insignificantes en otro. Los terremotos y los huracanes son fenómenos naturales, pero tendemos a pensar que sus efectos sobre la vida de laspersonas son, por lo menos en parte, producto de las acciones humanas que pueden tener que ver, por ejemplo, con la regulación de la construcción y con la previsión del riesgo. Las lluvias torrenciales o la gota fría son también fenómenos naturales, pero sus consecuencias dependen del cuidado y la adecuación de los lechos de los ríos y/o la construcción de embalses, entre otros factores. Nuestrassociedades tienden a buscar responsabilidades humanas tras la mayor parte de los daños, producidos o potenciales. Hablar de sociedad del riesgo no significa afirmar que la nuestra sea una sociedad con mayores peligros que otras sociedades históricas. Básicamente significa que nuestra sociedad conceptualiza buena parte de los posibles daños no como peligros, sino como riesgos.
Una parte de los riesgosque preocupan en la actualidad están directamente relacionados con procesos productivos y con la aplicación de tecnologías. El ejemplo más conocido es el de la energía nuclear, pero también podemos referirnos a las emisiones de productos químicos y a los debates en torno a la biotecnología. Por tanto, hablar de riesgo significa también hablar de regulación de las aplicaciones tecnológicas y delas políticas públicas de ciencia y tecnología. Haciendo uso de una distinción bien conocida, las preocupaciones por los riesgos de origen tecnológico están relacionadas, por un lado, con las políticas públicas para la ciencia (y la tecnología), esto es, políticas públicas para el fomento de la investigación científica y la innovación tecnológica; y, por otro lado, con la ciencia para las políticaspúblicas, entre otras cosas, con el conocimiento científico cuyo objetivo es proporcionar información relevante para el establecimiento de regulaciones que tratan de minimizar estos riesgos de origen tecnológico. Entonces, sociedad del conocimiento y sociedad del riesgo parecen ser dos caras de una misma moneda. Por lo menos, en la medida en que la sociedad del riesgo es también una sociedad...
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