Incertidumbre De Fin y Principio De Siglo
Rosalía Carrillo Meráz
La sociedad occidental se proyecta a sí misma con halo de certidumbre. Seguramente debido al papel simbólico que jugó la razón científica construida por la Ilustración en la Era de Las Luces. No obstante, la herencia religiosa del periodo absolutista y con ello la certidumbre que otorgaba la creencia de una vida más allá dela muerte, de la existencia de un Dios todopoderoso, entró en una severa crisis cuando la sociedad naciente dejaba de evocar las imágenes metafísicas y anteponía como discurso socialmente válido la creencia en el nuevo Dios: la ciencia. Tal ruptura provocó una crisis en los imaginarios colectivos de estas nuevas sociedades que pretendían superar las ideas del obscurantismo religioso y apegarse a lanueva creencia de que la razón impondría la libertad, igualdad, justicia y solidaridad. Ese fue el dilema que enfrentó, según Weber, el hombre moderno. Individuos que no pudieron sustituir la certidumbre religiosa por la certidumbre que presumiblemente imprimía la razón científica.
No obstante, dicha tendencia hacia proyectar a la cultura occidental como un conjunto de representaciones queofrecen a sus integrantes la certidumbre sobre el presente y su futuro, diversos actos que la humanidad vivió en el siglo XX demuestran lo contrario. En su caso, Morin retoma una discusión de carácter cuasi etimológico a través del cual sugiere cómo los grandes pensadores han desconfiado de la idea que la sociedad ha impuesto sobre la certidumbre. Y retomado los supuestos de la teoría de los sistemasjunto con los eventos del Siglo XX apuesta a la idea que la incertidumbre es parte inevitable de la realidad social y, quizá, parte de la propia esencia humana (Morin, 1999, 2001, 2007).
Para empezar, cuestiona la certeza con que la civilización occidental considera al progreso, pero destaca que el devenir, el futuro, genera incertidumbre. Como menciona Arendt “el futuro es como una enterradabomba de relojería, que hace tic-tac en el presente” (Arendt, 1969:29). Cuando esperamos con ansias la llegada del futuro, este se diluye convirtiéndose en presente y nos quedamos con la sensación de que este nunca llega, de que su espera sólo nos produce incertidumbre.
Es problema, entonces, del papel que juega el conocimiento, y por ende la educación, entre la percepción humana y el mundo en elque se desenvuelve. De hecho, Morin plantea que la razón científica presume una verdad absoluta que pretende resolver los problemas de incertidumbre que subyace de la propia naturaleza humana. Pero conforme vemos avanzar el siglo XXI, aun en sus albores, nos damos cuenta que la ciencia y sus pretensiones son un mito. La dinámica del tiempo se impone a las expectativas de la humanidad cada vez máspresionada por las guerras, las crisis económicas y las calamidades ecológicas que aquejaron a la humanidad desde principios del Siglo XX. Quizá como muchos otros autores más que consideran en su reflexión a la teoría de los sistemas, un ejemplo de éstos es Luhmann (1992), Morin nos apremia a que reconozcamos que la principal característica de las últimas cinco décadas es, precisamente, laincertidumbre. La dinámica del cambio social que reta al mundo a demostrar su capacidad para descifrar con certeza hacia dónde se encamina el futuro. La propia incertidumbre exhibe como una suerte de valor universal en la cultura occidental, al riesgo (Sennett, 1998).
Para Morin la propia historia, y no solo la del siglo XX, sino la de toda la humanidad retoma sucesos donde debería quedar demostradoque la historia avanza enfrentando acontecimientos no contemplados por quienes tienen el poder, el poder de decisión o, simplemente, por “accidentes externos”. Sugiere prácticamente que es tal la incertidumbre que impone el advenimiento del tiempo socialmente nuevo que la desviación entre lo previsto por quienes dirigen las estructuras de poder y situaciones inéditas que están más allá del...
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