INCIDENCIA DEL PENSAMIENTO DE HUSSERL EN COLOMBIA

INCIDENCIA DEL PENSAMIENTO DE HUSSERL EN COLOMBIA Y AMRICA LATINA (Ensayo) Por Ral Snchez Acosta El ttulo de este ensayo, seguramente no sugiera algo muy nuevo, sobre todo para alguien familiarizado con los temas filosficos. Sin embargo, no sera ocioso hacer algunas consideraciones generales sobre la recepcin de Husserl en nuestro pas y en Latinoamrica. No hay nada ms lejano a la objetividad,considerar que existe una filosofa latinoamericana como escuela o movimiento filosfico. Se ha pretendido que asumir los problemas de Latinoamrica con una visin filosfica, determinando los rumbos de un pensamiento unificador de la conciencia latinoamericana, es crear un sistema de conceptos metodo1gicamente trazados para definir las caractersticas propias de un movimiento fi1osfico. No se puedenegar, desde luego, la ambigedad que ofrece el mismo concepto de Filosofa latinoamericana. Pues los puntos de vista desde los cuales se puede explicar la razn de su adjetivacin, no son del todo relevantes como para abandonarnos a su discusin. Si bien es cierto que la nuestra es una cultura hbrida e igualmente multifactica, cabe pensar en la posibilidad de una expresin cultural polivalente donde hanparticipado diferentes formas de asumir el mundo, la historia y al hombre, como objetos de conocimiento en el pensamiento del hombre latinoamericano. La anterior afirmacin tambin vale para hacer una reflexin a propsito del hecho filosfico en Colombia, pues a pesar de no ser el nuestro un pueblo con tradicin filosfica, posee una vasta plyade de pensadores que afirman su quehacer cultural en lafilosofa como preocupacin de su existencia. Y el fenmeno anteriormente mencionado se da en Colombia con las mismas caractersticas, s1o que su historia ha colocado su devenir filosfico un pasito atrs con respecto a las realizaciones de otros pases en Amrica latina. Argentina, Per, Mxico, para citar s1o algunos, han sentado ya las bases de una normalizacin de la reflexin filosfica, desde los albores delsiglo XX y cabe exagerar un poco. En nuestro pas, este ambiente especial, como expresin propia del hecho cu1tural co1ompiano, hasta ahora se est reflejando en el sentido de una norma1izacin de la filosofa como preocupacin cultural propiamente dicha. Diversos factores influyeron para que nuestro pas reflejara ese rezago en la asuncin del hecho filosfico como especulacin racional o actuar cotidiano.Se habla en la historiografa filosfica colombiana de atraso histrico, en el sentido de falta de actualizacin ausencia de canales eficaces para la transmisin del acontecer filosfico de Occidente. La poca di fusin de obras en espaol como referente de acto filosfico nacional, ya sea como hermenutica del pensamiento europeo, como reflexin del proceso de un movimiento filosfico determinado allende elmar, o como simple indagacin del acontecer humano desde una perspectiva ideo1gica, es, en cierta medida, uno de los elementos que han propiciado ese anacronismo y desfase que se ha sumado al hecho de que muchos de nuestros pensadores han basado su actuacin filosfica en la lectura de traducciones que infortunadamente nos han llegado tarde. Factores socio-po1ticos y culturales conforman la amalgamade barreras que determinan la situacin panormica del pensamiento colombiano. Nuestra filosofa, para hablar de nuestros pensadores, no obstante, ha sabido sobrepasar estas vallas culturales para darle una identidad a su quehacer. Nuestros filsofos han sido ajenos al fenmeno. Hay pluralidad de posiciones, pero a pesar de esa atmsfera casi religiosa que devino del positivismo, generatriz movimientode las races ideo1gicas de nuestros Estados, en Colombia se forj un grupo que no surgi como Generacin y menos como Grupo en el sentido de una univocidad en torno a temas, posiciones o ideologas, sino como indvidua1idades proyectadas a la indagacin metafsica en primera instancia y a la exploracin de la teora del conocimiento como facticidad, estando siendo desde una realidad concreta. Esta...