Inclusion Pedagogica
Ahora bien, la gran cuestión que se planteó en los comienzos de este proceso, y que puede hallarse en los trabajos de la pedagogía clásica, es: ¿cómo enseñar todo a todos? La educación pública, entendida como una promesa en gran escala, es en realidad una promesa inclusiva.Enseñar todo a todos, ideal pansófico comeniano, supone un “todos” heterogéneo e infinitamente educable.
Quienes se fueron ocupando sucesivamente de cumplir esa promesa en nuestro país, también se encontraron siempre con el desafío de responder a esa pregunta: ¿cómo enseñar todo a todos?
¿Cómo brindar educación al alcance de todos y a la vez hacer que, por medio de esa educación, mejore en algúnsentido la vida de cada uno de los argentinos, los ricos, los pobres, los inmigrantes, los hombres y las mujeres... todos?
Las dos cuestiones o falacias que se plantean en la actualidad respecto de esta aspiración inclusiva, que es un dato fundante de la educación moderna, son las siguientes. La primera de estas cuestiones tiene que ver con el hecho de que, contrariamente a lo que solía creersecuando se hablaba de igualdad a secas, no todos están en la misma posición de partida a la hora de acceder a la educación. “Enseñar todo a todos”, entonces, no se logra ofreciendo a todos lo mismo, y de la misma manera. La misma oferta suscita en diferentes sectores y en diferentes sujetos, experiencias y resultados disímiles.
Desde un punto de vista puramente distributivo, puede decirse que lo mismoque para unos es suficiente, para otros no alcanza, y estas diferencias en lo que cada uno trae a la escuela deben poder compensarse, sin dejar librado el éxito sólo al mérito individual en un marco competitivo. Muchas investigaciones desde los años 60’ y 70’ vienen demostrando que si la escuela piensa su tarea de esa manera, lo que termina haciendo es inculpando a los propios alumnos, por mediode las bajas calificaciones, de su condición de pobres.
Desde un punto de vista más cultural, además, puede pensarse la cuestión en términos de lo que se establece como “normal”. Superada ya la idea de que la educación pueda ser una actividad totalmente neutral, objetiva y apolítica, la idea de enseñar todo a todos nos enfrenta, también, a un problema cultural: enseñar ¿qué? a todos, enseñarsegún los valores y los intereses ¿de qué grupos?
Esto nos conduce a la segunda cuestión. A la vez que la escuela iguala en un sentido positivo, y de algún modo en esto consiste la propia idea de la inclusión (todos incluidos en una misma categoría, en un mismo punto de unión o de valor) puede también, como anticipábamos, actuar acallando lo diferente, excluyendo identidades que en lugar de ser...
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