INCONCIENTE
El «descubrimiento» freudiano del inconsciente. Hubo que esperar hasta 1878 para que el término «inconsciente» figurara en el diccionario de la Academia Francesa como sustantivo. Hasta el «descubrimiento freudiano», el inconsciente sigue connotando el sentido privativo que parece haber tenido siempre, tanto en sus diversas acepciones filosóficas como bajo la férulade la psicología naciente en la segunda mitad del siglo XIX. Lo inconsciente denota entonces todo lo que no es consciente para un sujeto, todo lo que escapa a su conciencia espontánea y reflexiva. Al proponer la hipótesis de un lugar psíquico específicamente referido a una especie de «conciencia inconsciente», Freud no inventa realmente el concepto. A lo sumo le da un sentido nuevo a un término yaexistente, que se aplicará a legitimar basándose en sus investigaciones personales, o sea en la observación de aquello que tropieza o choca, que escapa o falla en todos, quebrando, de una manera incomprensible, la continuidad lógica del pensamiento y de los comportamientos de la vida cotidiana: lapsus, actos fallidos, sueños, olvidos, y más en general, los síntomas compulsivos del neurótico, cuyasignificación paradójica descubre en la clínica de la histeria. Al definirse como estudio objetivo de los hechos psíquicos, la psicología tradicional excluye por principio la dimensión de una actividad psíquica inconsciente, sustraída al espacio de las manifestaciones conscientes y, por eso mismo, relegada de entrada al registro somatopsicológico: uno no siente crecer sus uñas, no tiene concienciadel funcionamiento de sus órganos. En cambio, la hipótesis freudiana del inconsciente instaura de hecho la dimensión de una «psicología de las profundidades» (Freud), una «metapsicología»; más precisamente, del psicoanálisis como tal. La presunción de una dimensión psíquica inconsciente parece tanto más justificada cuanto que los datos lacunarios de la conciencia implican -aunque sólo sea atítulo de hipótesis- un más allá psíquico susceptible de dar cuenta de ellos. Además, lejos de ser totalmente explicitables por la lógica hipotético-deductiva de la racionalidad psicológica, ciertos actos conscientes le parecen a Freud movidos por otras iniciativas latentes, no inmediatamente identificables, por pensamientos cuyo origen y elaboración permanecen desconocídos porque están ocultos. Elinconsciente freudiano, en tanto subraya una escisión en el ser psíquico del sujeto, aporta una coherencia a la cara consciente del iceberg. Lo que es más, esta hipótesis del inconsciente permite comprender ciertos procesos patológicos irracionales, tan frecuentes como cotidianos, concernientes a la existencia del sujeto. De tal modo, se confirma su etiología psicógena, correlativamente a la invenciónfreudiana de una estrategia psicoterapéutica que demuestra su valor erradicándolos: la cura psicoanalítica. Así se esboza una nueva revolución copernicana, que trae la «peste» al repudiar fundamentalmente el cimiento del cogito cartesiano: «el yo ya no es amo en su propia casa» (Freud). El inconsciente freudiano y las «tópicas» psíquicas Al introducir la referencia al inconsciente, Freud delimitaen 1895 («Proyecto de psicología») la idea de una tópica psíquica, estructurada de un modo plurisistémico, de la cual en el resto de su obra no dejará de precisar la fineza de articulaciones e interferencias intra e intersistémicas.
En la «primera tópica», expuesta en su forma más decisiva en el capítulo VII de La interpretación de los sueños, el inconsciente (Ics) está circunscrito, como unsistema radicalmente separado por la instancia de la «primera censura», del sistema preconsciente (Pcs), a su vez clivado del sistema consciente (Cs) por la «segunda censura». De modo que el Pcs, instituido como instancia tapón entre el les y el Cs, parece más bien compartir las propiedades del sistema Cs.
En el sentido descriptivo de la palabra, constituye un inconsciente «segundo»,...
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