Independencia de chile

Universidad de Chile
Facultad de Derecho
Historia Institucional de Chile,
Siglos XVI al XVIII
Profesor Alfredo Jocelyn-Holt

INDEPENDENCIA DE CHILE:
ACCIÓN Y PROCESO COMO CONSTRUCCIÓN IDEOLÓGICA DE LO NACIONAL

JUAN CARLOS GIMENO ORMEÑO
Lunes 11 de diciembre de 2006
Toda la tradición historiográfica chilena, en tanto reproducción del paradigma interpretativo heredado de laIndependencia, circunscribe el origen de nuestra historia nacional a la coyuntura independentista del segundo decenio del siglo XIX. Se invoca en ello el nacimiento de la Nación, como un devenir histórico natural, el reconocimiento de nuestra raíz local y la identidad de lo chileno a través del quiebre con el Imperio Español.
En esto, lo que fuera un constructo legitimador de los acontecimientos y elcamino escogido por la elite criolla a comienzos del siglo XIX, se torna conciencia colectiva homogeneizante, identidad nacional omniabarcadora a los sujetos colectivos del otrora Reino de Chile. Es claro que esta conciencia, producto de dicho paradigma interpretativo (el quiebre histórico y de reconocimiento de lo nacional con la Independencia), ha logrado generalizarse tras décadas, incluso amás de un siglo de haberse producido el rompimiento con el Imperio Hispánico.
Sin embargo, dicha interpretación del fenómeno de la Independencia dista de ser, para la conciencia de la época, una formulación tan genérica para la vivencia común del territorio chileno. Quienes emprendieron la Independencia de Chile fueron miembros prominentes del criollaje del reino, la elite que, tras vérselascon los vacíos institucionales forzados, derivados de la captura de Fernando VII, dio continuidad a un proceso material-identitario que correspondía al proyecto borbónico de construcción estructural; la modernidad ilustrada y el Estado interventor, como ejes del nuevo paradigma racional de la modernidad.
En ello, la continuidad de un proceso ya en curso (a pesar de la crisis coyuntural queposibilitó el quiebre forzado con el Imperio Español) es el auténtico origen de lo que fuera la Nación. El único reconocimiento de “lo chileno” viene dado por el desarrollo autoconciente de la autonomía adquirida por la elite bajo el proceso de reconfiguración del Estado Imperial borbónico. Por tanto, el proyecto de construcción de la Nación viene a ser discurso legitimador y estabilizador desde laelite hacia el conjunto de la sociedad, sobretodo hacia los estamentos inferiores y dependientes.
En esto, el profesor Jocelyn-Holt nos dice:
“… [el nacionalismo] se va a transformar en una herramienta política extraordinariamente útil que va a servir al Estado para integrar y homogeneizar a una sociedad naciente. El nacionalismo proyectará hacia la sociedad un imaginario social deenorme alcance que permitirá a su vez integrar políticamente a vastos sectores, incluidos los populares, que de otro modo habrían seguido marginados del ámbito público…
…En fin, va a permitir que se conciban unos a otros vinculados por un sentimiento de camaradería que opera horizontalmente. Dicho de otro modo, posibilitará un sentimiento comunitario global hasta entonces débil dado elcarácter estamental de la sociedad tradicional”[1]
Empero, dicho “sentimiento de camaradería” o “imaginario social”, que operará vinculando a los sectores subalternos con la oligarquía criolla, lo hará dibujando una ficción social homogeneizante, que, como el mismo profesor Jocelyn-Holt nos dice más adelante, “en ningún caso va a desvirtuar el carácter hegemónico de la elite”[2]. La Nación portanto no es una realidad reconocida, el renacer de una identidad por siglos dormida bajo la sociedad estamental de la colonia, sino que por el contrario, será una continuación de ésta y su proyecto de modernidad. La conceptualización moderna de Nación es un recurso ideológico para legitimar el proceso de continuidad. La Nación moderna en función de la prolongación de la sociedad tradicional,...