Independentismo catalán y vasco

Francisco Letamendia DIVERSOS datos evidencian en los ltimos tiempos un alza rpida de la opcin independentista entre los vascos y los catalanes. En Catalua, un 51 votara afirmativamente en un referndum sobre la independencia. En el Pas Vasco, las encuestas sobre opcin de voto en las prximas elecciones autonmicas de la CAPV auguran la formacin de una amplsima mayora parlamentaria nacionalista,con un aumento fulgurante de las expectativas de la coalicin cuyo partido nuclear, Sortu, se define en sus estatutos como independentista. Las motivaciones de la opcin difieren en estos dos pueblos por razones histricas, polticas y sociolgicas. Sus sistemas de partidos son distintos. En Catalua, el origen autctono de los partidos comunistas y socialistas (PSC y PSUC) ha sido ms marcado que en EuskalHerria. Por otro lado, la formacin en Catalua de una burguesa nacional desde principios del siglo XX explica su impronta en la Lliga primero y en CiU tras el franquismo. El PNV se opuso en cambio desde su nacimiento a una oligarqua vasca hipercentralista. Esquerra no ha conseguido ocupar todo el espacio de la izquierda nacionalista catalana. S lo ha hecho en cambio aqu la izquierda abertzale,pero con una organizacin armada monopolizndola durante el franquismo y conservando grandes cotas de poder en el posfranquismo. Tambin difiere en las dos naciones el movimiento obrero. En Catalua, la CNT anarquista, de gran importancia histrica, fue un sindicato de mbito espaol y la falta de relevancia del sindicalismo autctono se ha mantenido a lo largo del posfranquismo. En Euskal Herria, en cambio,la fortaleza del sindicalismo propio desde 1911 se ha ampliado en el posfranquismo, con una clara hegemona de los sindicatos de mbito vasco (ELA y LAB) en la CAPV desde los aos 80. Los modelos de los dos nacionalismos son tambin diferentes. Los nacionalistas catalanes se miran en el espejo de Quebec, y actualmente en el de Escocia. El modelo del nacionalismo vasco es desde 1917 el de Irlanda supapel de referente se ha reforzado a partir del comienzo en Irlanda del Norte del proceso real de resolucin del conflicto. El contexto internacional estatal abierto tras la crisis del 2007, que ha trado consigo la supeditacin de los Estados a los mercados y una disolucin de la soberana de estos que est destruyendo toda idea de nacin estatal, ha reforzado el independentismo en los dos pases. Perolas motivaciones y forma de sus respuestas independentistas han sido una vez ms especficas. Aunque ambos elementos van siempre juntos en todo movimiento nacionalista, en el cataln predomina el componente racional, basado en los intereses, y en el vasco el componente identitario, basado en la respuesta a la opresin y a los agravios. Las motivaciones racionales del nacionalismo cataln, muy fuertes,pueden resumirse en la frase Nos ira mejor fuera que dentro de Espaa. La prehistoria de este sentimiento fue la sentencia del Tribunal Constitucional que lamin el Estatut su historia, la negativa centralista al pacto fiscal y al Concierto econmico sus mviles visibles, una situacin caracterizada por autopistas insuficientes y caras, servicios deplorables, recortes econmicos acompaados de medidascentralistas que se sienten como agresiones a Catalua todo ello sumado a uncosto de la solidaridadque se remonta al 9 del PIB cataln. En el caso vasco, a estos agravios se suma la indignante prepotencia centralista en un momento histrico en el que la decisin de ETA de abandonar definitivamente la violencia y la actitud de la izquierda abertzale hubieran facilitado al mximo una resolucin duradera delconflicto. Prepotencia que se ha reflejado en la negativa a abordar ninguno de los puntos que en todos los pases del mundo integran la agenda de los procesos de paz derechos humanos y regeneracin democrtica, reforma policial, la cuestin de los presos de motivacin poltica, dar la voz a la ciudadana de la nacin en cuestin... Los actores del independentismo difieren igualmente. En el Pas Vasco estn...