indignados, adam chomsky
Las condiciones: agudas penuriaseconómicas siempre en aumento, no sólo para quienes de verdad están golpeados por la pobreza, sino también para un segmento en perpetuo crecimiento de los pobres que laboran (conocidos también como clasemedia); una exageración increíble (voracidad y explotación) del uno por ciento más acaudalado de la población estadunidense (Wall Street). En la Etapa Uno –los primeros días– el movimiento fue unpuñado de personas audaces, casi todas jóvenes, que intentaban manifestarse. La prensa las ignoró totalmente. Etapa Dos –publicidad-. La prensa ya no podía ignorar por completo a los manifestantes. Así quela prensa intentó un aire de superioridad.
Los desempleados de 50 años comenzaron a unirse. Y también lo hicieron las celebridades. Los sindicatos también, incluido ni más ni menos que el presidentede la AFL-CIO. La prensa fuera de Estados Unidos comenzó ahora a seguir los sucesos. Cuando les preguntaron qué pedían, los manifestantes replicaron: justicia. Esta respuesta comenzó a parecersignificativa a más y más gente. Esto nos condujo a la Etapa Tres –legitimidad-. Los académicos de una cierta reputación comenzaron a sugerir que el ataque a Wall Street tenía cierta justificación. Depronto, la voz principal de la respetabilidad centrista, The New York Times, publicó un editorial el 8 de octubre en el que se afirmaba que quienes protestaban tenían de hecho un mensaje claro yprescripciones específicas de políticas públicas, y que el movimiento era algo más que un levantamiento juvenil. El periódico continuó: La inequidad extrema es el sello de una economía disfuncional, dominada porun sector financiero impulsado en gran medida por la especulación, la estafa y el respaldo gubernamental tanto como por la inversión productiva. El movimiento se había hecho respetable.
Y con...
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