Indignaos

Stéphane Hessel intenta con este libro alentar a la sociedad, especialmente a los jóvenes, a que se indignen contra el sistema que se ha construido criticando que tras los graves sucesos de laSegunda Guerra Mundial se intentó construir un mundo justo a pesar de los pocos recursos existentes mientras que hoy en día en pleno siglo XXI nos encontramos en una situación decadente que reduce lasposibilidades de bienestar de la gente.
Él identifica el problema en la falta de valores que gobierna el mundo actual. Todo lo dominan los mercados porque nos hemos transformado en una sociedadmaterialista que antepone el dinero a los valores éticos o incluso a los derechos constitucionales. Incluso a los derechos humanos. Además de esto, los políticos no hacen nada al respecto, se dejan manipularpor el dinero y en consecuencia nada cambia y todo empeora. Pero hay gente que ha conseguido sobrevivir a esta crisis y no son otros que aquellos que la causaron, los financieros que han conseguidolucrarse a costa del resto. En palabras del propio Hessel “el poder del dinero nunca había sido tan grande”.
Hessel alienta a la sociedad a indignarse porque, según él, de la indignación surgieron losmayores avances de la historia. Estos avances supusieron, para su generación, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (de la que él fue partícipe) o la implantación de la Seguridad Social.Asegura que es cierto que él peleaba contra enemigos visibles como Stalin o Hitler, cuyas injusticias resultan más fácil de ver que aquellas cometidas por el sistema financiero y la globalización delmismo. Vivimos en un mundo mucho más complejo en comparación con el existente hace cincuenta años.
Debido a esto, dice Hessel que lo peor que podemos hacer es mantenernos indiferentes. Aunque el mundosea complejo, no es muy difícil encontrar motivos de indignación. Dos claros ejemplos están en la creciente desigualdad entre ricos y pobres y el no cumplimiento de la Declaración de los Derechos...