Indios tainos
Meghan McInnis-Domínguez
Universidad de Delaware
Resumen: Este artículo explora la problematización de la escritura del primer etnólogo del Nuevo Mundo, Fray Ramón Pané, sobre la escritura de los mitos y leyendas taínos. La hibridización experimentada por el texto colonial problematiza laescritura de la relación que no puede conformarse con las normas genéricas y epistemológicas de la relación en el nuevo contexto de ultramar. Las dificultades de Pané resultan en una conquista discursiva de la palabra taína a lo largo de la Relación, minando la posibilidad de una autoría dual compartida con los indígenas. La dominación discursiva del fraile sobre la oralidad taína se puede juzgarcomo el modelo de la insipiente conquista discursiva de los escritures coloniales sobre la oralidad indígena.
En los albores de la conquista del Nuevo Mundo aparece la Relación acerca de las antigüedades de los indios, texto que significó el primer intento de llevar a cabo una transcripción de los mitos y prácticas religiosas de los indígenas del Caribe. Su autor, Fray Ramón Pané, acompaña aCristóbal Colón en su segundo viaje a La Española con el fin de consignar sus experiencias en el género testimonial de la relación. Pané presenta su objetivo en el primer párrafo de la Relación, "Yo, fray Ramón, pobre ermitaño de la Orden de San Jerónimo, por mandato del ilustre señor Almirante y virrey y gobernador de las Islas y de la Tierra Firme de las Indias, escribo lo que he podido aprender ysaber de las creencias e idolatrías de los indios, y de cómo veneran a sus dioses" (1974: 21). Para recoger las tradiciones y leyendas de los taínos, específicamente las que pertenecían a la tribu de Guarionex y Mabiatué, Pané aprende su lengua y transcribe sus mitos al español durante un período de cuatro años (1495-1499) (Arrom 1992: 267). Este proyecto experimenta varias complicaciones, entreellas el hecho de que Pané no conoce bien el español por ser fraile catalán "de poca cultura" según Bartolomé de las Casas. [1] Aún así, la Relación de Pané ha recibido la atención de críticos como José Juan Arrom y Mercedes López-Baralt, quienes han caracterizado el texto como la primera etnografía del Nuevo Mundo (Arrom 1992: 286, López-Baralt 1992: 69-85). [2]
Para López-Baralt, el texto dePané no sólo reproduce los mitos taínos sino que tiene "dos dimensiones" que corresponden a las dos "posturas culturales" del texto: "Esto quiere decir que aunque Pané sea el autor directo y principal de la crónica, hay un autor secundario, colectivo: el pueblo taíno, que produce los mitos que los informantes indígenas cuentan a aquél" (1992: 73). Esta "autoría dual" constituye para López-Baraltuna "celebración de la otredad" (1984: 665). La crítica arguye que Pané logra una transcripción fiel de las "antigüedades" y mitos de los taínos porque "apenas interfiere para juzgar lo que describe o transcribe" y así anticipa la nueva corriente de antropología dialógica, en la que la voz del sujeto etnográfico es agregada a la del etnólogo en un intento de evitar la perspectiva unilateral delcolonizador sobre el colonizado (1992: 73). [3]
Aunque el valor etnográfico de la obra es indudable, sobre todo porque el texto representa el único intento de transcribir la historia y las creencias de los taínos antes del exterminio que habían de causar poco después las enfermedades y los abusos de la conquista, tanto los comentarios acerca de la historia verbal de los taínos como la organizacióndel texto reflejan la paranoia del autor y, por extensión, de la cultura hegemónica española, de ceder la palabra al Otro. Aún cuando el valor de su texto resida en la transcripción directa de la información provista por los representantes de la cultura indígena, Pané no busca un diálogo etnográfico con los taínos. El autor es incapaz de transcribir, sin agregar su propia perspectiva porque...
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