Inestabilidad De La Realidad

Inestabilidad de la realidad
(23/09/11)
Caminaba sobre el agua, apacible y cristalina, donde la brisa refrescaba el alma. Era un atardecer de portada, pero a pesar de la iluminación que había, no era capaz de encontrar el sol. Cerré los ojos, esperé unos segundos, y al abrirlos seguía con el mismo panorama. A pesar de ello, el paisaje era magnífico, así que decidí no prestarle importancia yseguí caminando.
Me extrañaba tanta paz y tranquilidad, pero ¿por qué estar cuestionándose todo lo que le pasa a uno? Hay que disfrutar la vida sin ponernos tantas trabas. Así que decidí hacer descansar a mi mente tan conflictiva y seguir caminando. ¿Cuánto tiempo habrá pasado? Quién sabe, mis ojos perdidos en el espacio no atinaban a algún punto en particular pero, de algún modo, todo se ibagrabando en mi memoria, de una forma tan nítida y clara.
De pronto el agua empezó agitarse. Pequeñas ondas empezaron a nacer por cada pisada que daba. Fue un suceso tan extraño que hizo que mis ojos lo observará por un tiempo prolongado. Sin embargo, no me incomodaba por nada, pero desde ese momento sentí que algo entró en mi mente, sin permiso ni aviso, paseándose por toda ella con una destreza queno dejaba huella.
Pronto, observé que el agua se relajaba y empezaba a fluir hacia los costados como si hubiera una gran depresión. Había tocado tierra firme. Sentí la presión de mi peso en las pantorrillas y pies. Era demasiado esfuerzo, casi me desvanezco. Volteé a ver a donde se dirigía esa agua que me había rodeado anteriormente, pero una espesa neblina ya lo cubría todo. Desconcertado, la pazque me poseyó por el panorama previo, se fugó raudamente. Una sensación de vacío en mí empezó a aflorar. Pero de igual forma, seguí caminando.
Con un paisaje sombrío, la sonrisa se me borró y la curiosidad me invadió. ¿En dónde estaba? ¿A dónde me dirigía? Interrogantes que empezaron a dar vueltas en mi cabeza.
De pronto, la neblina se esfumó y mi visibilidad mejoró. Me encontré en lo quequedaba de un bosque, después de un gran tornado. Troncos doblados, secos. Una vista muy triste, solitaria y vacía. Pero, ¿por qué tanto contraste? ¿Habré caminado demasiado? En esos momentos, sentía que lo más inoportuno era permanecer quieto. Así que tomé una rama consistente que encontré en el suelo y me adentré al bosque. No parecía tan denso. No escuchaba el canto de ninguna ave. No sentía el olorde las hojas secas, ni de los troncos: era inodoro. Parecía un espejismo, una alucinación, de las que te producen cuando te pierdes por un árido desierto.
Empezó a oscurecer y el cansancio a apremiar. No tenía donde cobijarme y el bosque parecía no tener fin. Resignado, recolecté una gran cantidad de hojas y me hice un lecho. Necesitaba descansar, así que no reparé en mi seguridad. Soñé queestaba siendo arrastrado por un tren, que mi equipaje se había enganchado con uno de los vagones. Traté de zafarme pero la velocidad del tren empezaba a aumentar. Así que tuve que dejar la mochila y aventarme. Estaba en un pueblo pequeño que nunca había visto. Parecía detenido en el tiempo. Nadie se inmutó al verme lastimado. No esperaba ayuda, pero al menos un gesto de preocupación hubiera sido muyalentador. De pronto, el suelo empezó a temblar y las casas a derrumbarse. Estaba perdido. Desperté de inmediato, de este fastidioso sueño y, sin sentirlo, estaba siendo arrastrado por un sujeto enano muy extraño. Repuse la mirada y me percaté que el bosque había cambiado. Ahora estaba en uno frondoso e igual de espeso. La luz solar penetraba cegadora pero trasmitiendo cierta esperanza. Como estabacon la mente aturdida, no le pregunté nada al enano. Éste era muy extraño. Un sujeto encorvado, delgado, con algunos mechones enrizados y otros no. Con el torso desnudo, y la piel agobiada por una contundente vellosidad, inspiraba, a pesar de todo, cierta confianza.
Me dejó en una laguna de aguas cristalinas, que se alimentaba por una caída de agua muy hermosa, que probablemente brotaba del...