Inexistencia de la retribución y el merecimiento en el Eclesiastés: la vida de Job como prueba


Inexistencia de la retribución y el merecimiento en el Eclesiastés: la vida de Job como prueba
“¿Quién puede mantenerse firme delante de mí?
¿Quién me ha dado algo primero para que yo deba recompensarlo?
Todo bajo los cielos enteros es mío”.

(Job 41,11)

Introducción
Cuestionado por la tradición hebrea por su tono, en general,pesimista, Eclesiastés es un libro del Antiguo testamento atribuido al rey Salomón. Con 12 capítulos de reflexiones sobre la esencia de la vida, en los que se destacan un prólogo y un epílogo en tercera persona y un registro narrativo dual con la presencia de “proverbios”, Cohélet expone desde el principio, en un relato testimonio que duda y se corrige, la idea de que “todo es vanidad”, tanto si sepersigue la sabiduría como la riqueza, tanto si se cultiva el placer como si se trabaja con ahínco; tanto si se deplora la injusticia y se lucha contra la maldad, el final siempre es el mismo: “también esto es vanidad y atrapar vientos” (4,4).
En el capítulo 9, 1-12, y en otras partes del texto, Cohélet presenta como tema central la inexistencia de la retribución a partir de la observación de quehay un destino único y seguro para todos los seres humanos, tanto “para el justo y para el malvado”: la muerte. Este fragmento puede dividirse en cuatro partes: en la primera, Cohélet da cuenta de la incapacidad humana para conocer el juicio de Dios y del destino común que le espera al hombre; en la segunda, reflexiona sobre la ventaja de la vida sobre la muerte; en la tercera, exhorta a vivir yhacer; y en la cuarta, indica que el esfuerzo del hombre no es garantía de éxito, pues éste depende de Dios. Estos aspectos pueden relacionarse con Job, libro en el que se cuestiona la retribución terrena y se muestra que la humanidad ignora los principios divinos que rigen el mundo y no puede esperar una justificación del sufrimiento.
1. La inexistencia de la retribución
En el capítulo 9, eltema central es la inexistencia de la retribución, tratado con base en la observación que hace Cohélet de que el destino es único para todos los hombres, pues tiene como fin la certeza única y absoluta de la muerte. Esta carencia de recompensa se verá a continuación en el desglose de los versículos del fragmento analizado.
1.1 La muerte como destino común (9,1-3)
En el primer versículo, Cohéletafirma que ha visto que los justos, los sabios y sus obras “están en manos de Dios” y los hombres no saben nada “de amor ni de odio”, pues todo les resulta “absurdo” como que haya un destino común “para el justo y para el malvado, el puro y el manchado, el que hace sacrificios y el que no los hace, lo mismo el bueno que el pecador, el que jura como el que tiene reparo en jurar” (9,2).
En este caso,Cohélet plantea primero que sin importar la condición y acciones del hombre, lo que le ocurra sólo depende de Dios; segundo, que los hombres permanecen ignorantes hasta de lo que sienten y no comprenden la determinación de Dios de que haya un destino igual para todos. Ante el hecho de que no hay recompensa por las buenas acciones ni castigo por las malas, pues la muerte a todos les llega,concluye: “Eso es lo peor de cuanto pasa bajo el sol: que haya un destino común para todos” (9,3). Así, no hay retribución posible y sin importar lo que se haga, el final no será modificado, pues aunque “el sabio va con los ojos abiertos y el necio camina en la oscuridad”, ambos comparten la misma suerte: “el sabio muere igual que el necio” (2, 14-16).
En estos versículos, el entorno que rodea alhombre es un enigma “absurdo” que demuestra la incapacidad humana para comprender las determinaciones de Dios, “pues ¿quién dirá al hombre lo que sucederá después de él bajo el sol?” (6,12). En este punto prima la confrontación entre la mente divina que gobierna el cosmos y la débil y limitada inteligencia humana que vive en total ignorancia, de modo que la ininteligibilidad del universo creado por...