INFORMA FINAL CATEDRA ROSARISTA

ÁNGEL GIRALDO Laura
BERNAL GALLO Sebastián
DUARTE BATEMAN Daniela
FIGUEROA ARANGO Luís Alberto
LOPEZ BETANCUR Daniel Francisco
NEGRETE RODRIGUEZ Alejandra
PATIÑO ALDANA Andrés
RAMIRÉZ MANTILLA Daniela

INTRODUCCIÓN:
Nos encontramos en un momento único en la historia de Colombia: luego de cinco décadas
de conflicto, el pueblo colombiano, agotado y desangrado por la infinita crueldad de una
guerracuyos motivos se han disipado en los ocasos de la historia, clama a gritos por la
restitución de la ya tan merecida paz. Sin embargo, han sido tantas las batallas libradas, tantos
los años de guerra y tantas las lágrimas derramadas, que la palabra paz se ha convertido en
un concepto efímero y distante, oscurecido por el manto sangriento de episodios trágicos y
oscuros, los cuales han marcadonuestro devenir como nación. Tantas decepciones hemos
sufrido, que todos los colombianos miramos con recelo esta nueva época de acercamientos
entre Gobierno y Farc. Y no es que los colombianos no deseemos la paz, sino que hemos
empezado a hartarnos de la politiquería y las falsas soberbias que pretenden hacer de la paz
su trofeo y de los diálogos de paz su chaleco salvavidas[1].

Para que este procesono pase a engrosar la lista de los procesos fallidos, las partes en
conflicto (y todos lo colombianos) tienen que entender que el tránsito hacia la paz no es solo
un cese al fuego y un alto a la guerra; la paz verdadera implica una reconstrucción moral y
política del país y una refundación de sus bases y sistemas, que conlleven a que Colombia
renazca y se consolide como una sociedad nueva y mejor.Sin embargo, para lo primero son
los enemigos respaldados en su capacidad militar quienes se sientan a negociar y buscan
convenir las circunstancias de cuyo cumplimiento dependa que las partes abandonen la
confrontación. Pero para crear las bases de un país, de una sociedad y de un estado distinto,

allí las partes superan y por mucho a quienes por luchar en esta guerra se sientan a negociar
lapaz. Históricamente, Colombia, en mano de sus “lideres” políticos e intelectuales de
cabecera, se ha visto comprometida en una visión arcaica y retrograda de la situación
nacional, en donde el conflicto armado se ha concebido, erróneamente, como la causa última
de los problemas sociales que agobian al país. Sin embargo, es evidente para cualquiera que
se atreva a ver el problema desde unaperspectiva crítica, que el conflicto armado es realmente
consecuencia de la confluencia de un sin fin de problemas sociales y culturales parcial o
nulamente resueltos, los cuales socavaron en lo más hondo de la estructura social nacional,
dando como resultando los levantamientos insurgentes que han marcado la identidad que
tenemos como nación. Para darle una solución perene y que trascienda en losalbores de la
historia, es necesario dar respuesta los problemas de fondo que atraviesan a la génesis del
conflicto y solventar las inequidades sociales que han destruido la integridad de los más
desfavorecidos.

Una de los temas que más han influenciado la génesis de los conflictos en Colombia y
probablemente el que más polémica y discusión ha generado dentro de los diálogos de la
Habana, ha sido lacuestión agraria y la tenencia de la tierra. Desde finales del siglo XIX y
principios del XX, el capitalismo se consolidó como sistema económico y social dominante
en la mayor parte de las zonas de producción agraria, trayendo consigo, una pauperización
progresiva de la calidad de vida del proletariado campesino[2]. Este nuevo sistema de
producción, incrementó de manera dramática la acumulación yconcentración de la propiedad
de las tierras en pocas manos, al limitar la capacidad de los pequeños terratenientes de
competir ante los grandes emporios latifundistas y su afán de “racionalizar” la explotación
agropecuaria. De esta manera, el desarrollo capitalista fue disolviendo poco a poco las formas
de organización del trabajo tradicionales, dando paso a una nueva clase proletaria del campo,...