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LOS MEDICAMENTOS Y LA OLA DE CALOR
Los medicamentos y el calor nunca “se llevan bien”. Esta relativa incompatibilidad viene
determinada por los efectos farmacológicos de determinadosfármacos sobre estado de
hidratación y el equilibrio electrolítico, sobre el proceso fisiológico de termorregulación o
sobre diversas funcionalidades orgánicas, muy especialmente la renal. Pero,además, los
medicamentos mismos o sus efectos pueden ser objeto de los efectos negativos del calor
como consecuencia de las alteraciones orgánicas producidas por el calor que determinanmodificaciones sustanciales en las características farmacocinéticas (concentración
plasmática, eliminación, metabolismo hepático, etc.) y, en consecuencia, de los efectos
previsibles –tanto terapéuticos como tóxicos – de tales medicamentos. Igualmente, es
obvio el efecto desfavorable del calor sobre la conservación de los medicamentos.

Por último, la AEMPS recuerda que lascondiciones de conservación de los medicamentos
son especialmente relevantes durante las épocas de calor extremo, siendo de importancia
capital seguir las instrucciones indicadas en elembalaje de los medicamentos y, por
consiguiente informar a los pacientes detalladamente sobre esta cuestión. En cualquier
caso, como norma general, debe evitarse la exposición de cualquiermedicamento a
temperaturas elevadas, a pesar de que existe un margen suficiente de estabilidad para
aquellos que no precisan condiciones específicas de conservación
PAPEL DEL FARMACÉUTICOEl farmacéutico, como profesional de la salud, puede ayudar tanto a las personas sanas
como a aquellos grupos de pacientes que presentan mayor riesgo frente a una ola de calor,
controlandola dispensación y asesorando sobre diferentes aspectos de los medicamentos y,
en general, de las condiciones de salud especialmente relevantes durante la época de calor
extremo.