Informatica

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La otra Cara de Lecumberri
Jaime Guerrero

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Publicado por Fundación Emmanuel I.A.P. Primera edición 2006

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© Se autoriza la reproducción total o parcial de este libro sin fines de lucro.

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Dedico este libro a

JESUCRISTO.

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Introducción

Son tantas las veces que se me han acercado personas para decirme: "Jaime, escriba usted un libro con su testimonio", quehoy estoy dando principio a un ensayo con el fin de atender esa solic itud. Sé que una de las causas por las cuales siempre he pospuesto esa sugerencia ha sido: ¿Y que tal si digo las cosas como fueron?; ¡SEGURÍSIMO que algún lector, sobre todo si es BIEN RELIGIOSO, va a pegar de gritos! En la medida que usted lo vaya leyendo, podrá darse cuenta del por qué. Pues ya está decidido, y seré tan fielen narrar los hechos como Dios me los traiga a la memoria.

Jaime Guerrero Rodríguez

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PRÓLOGO

n la década de los años 60, existían en Colombia dos bandas de delincuentes que traían de cabeza a las autoridades del País por sus constantes actividades. Una era "La Pesada", y estaba integrada por hombres que se dedicaban a los asaltos a mano armada a entidades bancarias. La otra lacomponían 20 hombres que se dedicaban a retirar dineros de los bancos sin ningún tipo de violencia, por ventanillas; solamente que los documentos que presentaban eran falsificados. A este segundo grupo la Interpol lo llamó "La Organización de los 20". Considero muy importante hacer la aclaración que de ninguna manera me siento honrado al decir que pertenecí a la "Organización de los 20", y si ahora estoydándolo al conocimiento público a través de este ensayo, es con el solo propósito de que el lector pueda apreciar lo sobrenatural del amor y perdón de La Persona Más Extraordinaria que ha existido en toda la Historia de la Humanidad, y que también pueda tener una medida de Su Gran Misericordia y de Su Sobrenatural Poder para ayudar a sus seguidores. Me refiero, desde luego, a Jesucristo, a Quiéndebo todo honor, gloria, honra y alabanza.

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CAPÍTULO 1

Las primeras estafas

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omo sé que al referir lo que sigue no comprometo a quienes participaron conmigo en una estafa que hicimos, voy ha relatarla a continuación tal como fue, para que usted tenga una idea de cómo participé en actos delictivos, tan irresponsablemente y sin medir nunca las consecuencias que me pudierantraer. En la ciudad de Cali, Colombia, de donde soy natal, en la Carrera 6ª y 7ª entre calles 22 y 23, la Compañía Croydon de Colombia tenía sus instalaciones que abarcaban toda la manzana. Sobre la Carrera 6ª se hallaba un pequeño restaurante que yo había establecido. Un día, como a las 6 de la tarde, entró al lugar mi querido amigo Jair. Nos habíamos conocido trabajando juntos en las EmpresasMunicipales, Sección Acueducto, donde pude llegar a ocupar el cargo de Jefe de la Red de Acueducto y Jair fue uno de mis asistentes. Recuerdo aún el día cuando se sospechó que en unas órdenes para retirar materiales como plomo, tubería y accesorios de cobre y otros, la firma del Ingeniero Superintendente era falsificada, y de cómo se levantó una acusación ante la Justicia en contra mía y de JesúsAlberto, otro de mis asistentes, y fuimos a parar a la Cárcel de Villanueva. Unos días después recuperamos la libertad gracias a que declaramos que sí habíamos falsificado

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la firma pero sin intención de robar y, prueba de ello, era que aun cuando los materiales si habían sido entregados por el almacén, y salido de las instalaciones para ser usados en la dirección que aparecía en los recibos,pero, como no se habían usado por no ser necesarios, se habían regresado a las bodegas del almacén y en la portería estaba la constancia de que habían entrado de nuevo. Sin embargo esto trajo como consecuencia que nos destituyeran de nuestros cargos. Mientras trabajé en las Empresas Municipales, logré construir una casa que, cuando el maestro albañil (a quien llamábamos cariñosamente “el negro...