INFORMATICA

La hora de las brujas
Como una sombra de terror y espanto vivía ella en el apartamento 666. En sus ojos se reflejaba el silencio de la soledad pareciendo laberintos del infierno; debajo,su gran nariz y unos labios atrapados en el tiempo. La vida pasaba de forma muy lenta, en donde su silueta guardaba todo el dolor de una persona viuda que solo demostraba en llanto los díasfestivos. A veces, su triste forma de vestir la llevaba al cementerio detrás de un ramo de rosas de color; otras, ella solo quería hacerse notar continuamente con sus quejas ante nuestros ojos.Nosotros le teníamos mucho miedo, la veíamos como una bruja amenazadora. De vez en cuando, le tirábamos bolsas de basura solo para verla rabiar mientras nos gritaba, y nosotros corríamos anuestras casas entre el miedo y la risa por los pasillos del edificio. Nunca olvidaré el día que mi hermano Pedro, mientras salía de casa con una bolsa de gusanitos, al verla con una escobabarriendo el rellano, huyó muy asustado dejando el rastro de gusanitos por todas partes. Y así solíamos pasar las horas molestando la vida de esa pobre señora. Ahora que he crecido, puedoentender cuánto dolor sentiría ella al vernos huir entre las risas. Así que hoy, volví al apartamento donde vivía para colocar algunos libros; y no la vi, pero supuse que su sombra debía haberpartido en una escoba, o tal vez sus huesos solo estaban descansando en lo profundo de la tierra. Pero en mi interior, al recorrer los mismos pasos que siempre, volví a sentir ese escalofríotormentoso atravesando mi cuerpo. En el fondo, la puerta 666 se abrió en un chillido sigiloso; detrás, en una boca inmensa de misterio, dos manos puntiagudas se aferraban al picaporte. Yo salícorriendo como un niño de seis años espantado a la hora de las brujas; mientras, una carcajada retumbaba en el pasillo como un eco de revancha. 
¡Vaya un recuerdo por ti, vieja bruja!