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Juan Rodríguez Freile
CAPITULO XV
En que se cuenta la venida del licenciado AIonso Pérez de Salazar, licenciado Gaspar de Peralta, doctor don Francisco Guillén Chaparro, el licenciado Juan Prieto de Orellana, segundo ~. visitador, con lo sucedido en estos tiempos.
Era ya entrado el año de 1582. y dentro de pocos días, por la vía de la isla Española de SantoDomingo, se tuvo aviso y pliego en que por él se supo nueva de visitador y de oidores y fiscal para la Real Audiencia, con lo cual se apagó de todo punto el fuego que andaba y se encogieron los ánimos de los mal intencionados.
Los primeros que llegaron a esta Real Audiencia, en el propio año, fueron el licenciado Alonso Pérez de Salazar, oidor más antiguo, y en su compañía vino el doctorFrancisco Guillén Chaparro, que traía la plaza de fiscal con que quedaron suspensos el oidor Pedro Zorrilla y el licenciado Orozco; con lo cual salieron a la plaza los que huían de ella, culpados y no culpados.
El visitador Juan Prieto de Orellana, que vino en la misma ocasión, no subió tan presto a este Reino por tener negocios que hacer en Cartagena, tocantes a su visita. Entró en esta ciudad elpropio año de 1582, y la primera visita que hizo el propio día que entró fue a la iglesia mayor, donde hizo oración y de ella fue a las casas reales donde estaba preso el licenciado de Monzón, y le sacó de la prisión, poniéndolo en la plaza en su libertad, del cual se despidió y se fue a la posada que le estaba aderezada.
Serían las cuatro horas de la tarde, cuando Monzón salió a la plaza.Encaminóse a hacer oración a la iglesia mayor. Fue tánta la gente que acudió a darle el parabién y a abrazarle, que no le dejaban dar paso; tocaron el Ave María, y con esto tuvo lugar de irla a rezar a la iglesia. El día siguiente se soltaron todos los demás presos comprendidos en la visita, y entre ellos a Juan Roldán,
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que salió diciendo: “Vosotros sois guelfos y gibelinos; nomás
con vosotros, no a par de vosotros;’, y así lo cumplió. Y con esto volvamos al licenciado Alonso Pérez de Salazar y a su gobierno, porque es de mi devoción, y a quien fui yo sirviendo hasta Castilla con deseo de seguir en ella el principio de mis nominativos.
Digo, primero, que lo restante del año de 1582 y parte del de 1583, gastó el visitador Orellana en la visita del licenciado Orozcoy el oidor Zorrilla, y con lo que de ella resultó en aquella Ocasión los envió presos a Castilla, bajo de fianzas, a donde se presentaron en Corte; y luégo fue prosiguiendo en la visita, tomándola desde donde la había dejado el licenciado Monzón, al cual también envió a España en seguimiento de sus negocios; el cual llegado a Cartagena halló cédula de Su Majestad, en que le mandaba ir por oidormás antiguo a la Audiencia Real de Lima, para donde se partió luégo dejando el viaje de España, que les estuvo muy bien a Zorrilla y Orozco, que negociaron como quisieron. Luégo diré lo que le sucedió a Monzón en Lima.
Mientras el visitador se ocupaba en la visita de Zorrilla y Orozco, el licenciado Alonso Pérez de Salazar se ocupaba en castigar ladrones, que había muchos con los bulliciospasados, aunque ahora no faltan. También se ocupaba en limpiar la tierra de vagamundos y gente perdida. ¡Oh si fuera ahora, y qué buena cosecha cogiera] harto mejor que nosotros la hemos tenido de trigo, por ser el año avieso, y hasta ahora no he visto ninguno para holgazanes y vagamundos. ¡Quiera Dios que el gobernador que tenemos tope con ellos y resucite al licenciado Pérez de Salazar!
Este oidorpuso los primeros corregidores en los partidos de los pueblos de los indios, y el fue el que mandó hacer la fuente del agua que hoy está en esta plaza, para buena memoria suya. En cuanto a su justicia y no dejar delito sin castigo fue muy puntual. Del Perú sacó un hombre que había cometido un grave delito en este Reino, y lo ahorco en esta plaza. A dos hidalgos que habían bajado del Perú,...
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