Informe Celea
http://www.bibliotecapleyades.net/vida_alien/alien_contact01.htm
por Ricardo González
del Sitio Web LegadoCosmico Desierto de Chilca, 24 de febrero de 2001
“El encuentro físico se producirá a su tiempo, y será como cuando dos amigos se encuentran en un mismo camino, caminando”
OSSIM
Esta experiencia fue difundida abiertamente hace seis años. Incluso publicada en uno demis libros: “El Legado Cósmico”. Pero para aquellos buscadores que no llegaron a conocer este testimonio de contacto, publicamos nuevamente el informe de tremenda vivencia al lado de nuestros hermanos mayores de las estrellas; así, su mensaje seguirá proyectándose, llegando a más mentes y corazones que vibran en la luz. Todo se está cumpliendo.
Nota: este texto fue redactado originalmente en el2001. Para esta publicación en 'legadocosmico.com' el informe ha sido revisado por el autor, quien ha añadido algunas anotaciones para hacer más comprensible su lectura.
Cómo se fue dando todo
Había sido invitado a través de comunicaciones telepáticas para un encuentro físico. El lugar del contacto sería el desierto de Chilca, al sur de Lima. Y según los mensajes, el 31 de diciembre (corría elaño 2000) era la fecha señalada para la experiencia. Aprovechando que el 25 de diciembre iría al pueblo de Chilca para llevar unos juguetes que recolectamos en Lima para los niños más necesitados, decidí marchar al desierto para prepararme para la experiencia programada. Quería estar en su silencioso paisaje unos días previos al contacto. Así, en Chilca contraté una movilidad que me llevase hastala Base Militar, que en aquella época operaba cerca de la quebrada que los Guías extraterrestres habían demarcado como zona de contacto. Unos 22 Km. en dirección a las montañas. Luego me internaría a pie, en una caminata de casi dos horas. Nunca había estado tantos días solo en el desierto. Y tal como lo preveía la experiencia fue extraordinaria.
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Informe Celeahttp://www.bibliotecapleyades.net/vida_alien/alien_contact01.htm
En aquel silencio cósmico, en noches abiertas y despejadas, que en diversas oportunidades me permitieron contemplar el desplazamiento de las naves a gran altura - como anticipando lo que vendría - describiendo Zig-Zags y cruzándose otras veces, sentí no sólo la presencia de los visitantes de las estrellas, sino de Dios mismo. Esuna sensación inexplicable. Aquel cielo nocturno era muy especial, creando el ambiente idóneo para interiorizarme en la invitación que me hiciesen llegar para el día 31. Pero no estaría solo. El día 30 ya me encontraba acompañado de mis buenos amigos de los grupos de contacto de Lima, quienes estaban al tanto de la invitación y deseaban apoyar la experiencia: Hans Baumann, Lida Martell, MagalyFernández y Jhon Abanto. Y fue en la noche del día 31, la “fecha del contacto” que había sido auspiciada por claros avistamientos programados por las comunicaciones, que hizo su aparición en un cielo cubierto de niebla un objeto alargado, con forma de puro, emitiendo poderosos fogonazos de luz plateada. La niebla se disipó en torno a él y vimos al aparato sorprendidos, en todos sus detalles. InclusoHans llegó a observar un disco metálico cerca de la presunta nave nodriza. Era impresionante. Mi reloj marcaba la medianoche. La hora que los Guías habían indicado en los mensajes para el contacto físico. Un contacto que, de acuerdo a las comunicaciones, me permitiría subir físicamente al interior de una de sus naves… Mientras todos intercambiábamos opiniones en medio de la algarabía que se armóante semejante avistamiento, personalmente no atiné a alejarme del grupo en dirección al cerro “Los Anillos de Saturno” -llamado así por su apariencia-, en donde, según los mensajes telepáticos, abordaría la nave. Pero de pronto algo sucedió conmigo. Mi actitud frente al posible contacto - una experiencia que me parecía tan maravillosa de vivir - me invitó a reflexionar. Me sentí muy pequeño...
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