Informe simulación

LINEAMIENTOS DEL RÉGIMEN JURÍDICO ACTUAL
DE LA SIMULACIÓN

I. SINOPSIS
El presente trabajo pretende esbozar el régimen jurídico de la simulación en el recientemente sancionado Código Civil y Comercial, en su condición de vicio de los actos jurídicos. Para ello, se enfoca en primer término a delinear el concepto del instituto y sus presupuestos. Luego, se diferencia las dos únicas categorías queestipula el actual ordenamiento, la simulación lícita e ilícita. Por último, se expone los efectos inter partes y contra terceros que el legislador otorgó al acto simulado y las acciones consecuentes admisibles para unos y otros.
La estructura sigue el orden que contiene la actual normativa. Asimismo, se procedió a comparar las reglas del vigente código con las del derogado ordenamiento civil,indicándose en su caso las modificaciones introducidas; sin embargo, se adelanta que el legislador mantuvo en general los lineamientos del anterior régimen sobre este clásico instituto del derecho. Finalmente, se consultó las obras de conocidos civilistas, entre ellos a los comentadores del nuevo código, como también los pronunciamientos de la jurisprudencia que sean aplicables al nuevoordenamiento.

II. CONCEPTO
Ferrara define a la simulación como “la declaración de un contenido de voluntad no real, emitido conscientemente y de acuerdo entre las partes, para producir con fines de engaño la apariencia de un negocio jurídico que no existe o es distinto de aquel que realmente se ha llevado a cabo”.1
Nuestro codificador nos brinda una noción descriptiva de la simulación. El artículo 333, CCyC,prescribe “«Caracterización». La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten”.2
Conforme el recordadoconcepto de Ferrara, Llambías señala que los requisitos del acto simulado son tres: i) una declaración de voluntad disconforme con la intención efectiva del sujeto; ii) concertada de acuerdo entre las partes del acto simulado; y iii) con el propósito de engañar a terceros.3
Respecto al primero de los recaudos, se refiere a una contradicción entre la voluntad real y la declarada. Borda anota que“todo acto simulado supone una declaración de voluntad ostensible y otra oculta, destinada a mantenerse reservada entre las partes; es esta última la que expresa la verdadera voluntad de ellas”.4
En cuanto al segundo, hace referencia a que las partes del acto simulado se conciertan para constituir la apariencia resultante5, siendo entonces tal discordancia querida y acordada por las mismas.
El tercercarácter de la simulación refiere al ánimo de engañar (animus dicipiendi), del que puede resultar o no perjuicio a terceros o una violación a la ley. Borda comenta que “[e]l acto simulado tiene como objeto provocar un ‘engaño’. Adviértase que engaño no supone siempre ‘daño’, puesto que algunas simulaciones son perfectamente inocuas”.6

III. SIMULACIÓN LÍCITA E ÍLICITA
Borda indica con claridadque “[e]n sí misma, la simulación no es ni buena ni mala; es ‘incolora’, como se ha dicho con expresión gráfica. El propio Código afirma que la ‘simulación no es reprobada por la ley cuando a nadie perjudica ni tiene un fin ílicito (art. 957). Tal es el caso de los negocios fiduciarios, o de muchos actos en que el móvil de la ficción ha sido una razón de discreción, o inclusive de modestia. Pero sila simulación perjudica a terceros o si, por otros motivos, es contraria a la ley, se convierte en ilícita (arts. 957 y 958, Cód. Civil). Este es, desde luego, el caso más frecuente”.7
El art. 334 del CCyC reformuló los dos preceptos mencionados del anterior ordenamiento. No obstante ello, se advierte que los presupuestos que hacen a la simulación ilícita (perjuicio a tercero u otro fin...