Informe

CAPÍTULO I
EL ÁMBITO DE LO MORAL

No sólo tenemos conocimientos y nos educamos en un tipo de saber por el que accedemos a expresar, mediante los sistemas simbólicos, un conjunto de normas o reglas (de carácter obligatorio para la conducta de las personas) que legitiman el mundo cultural en el que vivimos y un orden social específico, sea económico, político o jurídico.
Con ello,nuestro entorno vital, precisamente, no sólo se descubre como permanentemente ajustado por las condiciones que hacen posible nuestro conocer la realidad sensible, sino que, en contraste, éste se halla estructurado para hacer posible nuestros actos.
Justamente, la conformación fundamental del ser persona “sólo penetra en su mundo de modo determinante cuando actúa y se manifiesta en laautorrealización efectiva” (Coreth. 1965). El factor concluyente que conforma nuestro mundo es lo que se distinguimos como experiencia.
Pero, aquí, experiencia no expresa únicamente una determinada forma de conocer, sino que es continuamente un discernimiento intuitivo de la razón. De aquí que no sea posible aspirar a una reconstrucción empírica del mundo a través de las simples contribuciones dela percepción sensible. “Eso no agota jamás el mundo de nuestra experiencia, que es por esencia algo más que una suma de impresiones sensibles” (Coreth, 1965). Pues, dado que el saber – sea religioso, popular, científico o filosófico – contiene “todos los aspectos de la vida humana, ninguna acción queda al margen de una explicación, de una justificación, de una sanción condenatoria o aprobatoria”(Baigorri et al, 1998).
La característica propia de las personas es el hecho de que estos no sólo saben sino que son conscientes de sus actos de conocimiento. Se trata de dos aspectos que constituyen la vida de las personas.

Sólo con la vivencia consciente, son la comprensión del sentido y del valor, sólo con unos enfoques reflexivos sobre la realidad dada surge la experienciahumana en su totalidad. Ello no significa jamás una pura aceptación pasiva, sino que incluye una postura activa que sólo se realiza con la aprobación cognoscitiva, en el propio enfrentamiento, toma de posición y valoración, sólo con a libre decisión de la voluntad y de la actuación. Nuestro mundo experimental se forma así con los conocimientos teóricos, pero no menos con las experiencias prácticas.En el contacto activo de las cosas y con los hombres comprendemos las relaciones de sentido y finalidad, entendemos los valores, nos proponemos unos objetivos y tomamos unas decisiones. Todo esto entra en nuestro mundo experimental y constituye el horizonte para una comprensión ulterior (Coreth, 1965).

Aquí extenderemos nuestra investigación al campo de la filosofía práctica. Ya Kanthabía distinguido dos usos de la razón, un uso teórico, que estudió en su Crítica de la Razón Pura y donde establece que su finalidad es proporcionar los principios a priori del fenómeno del conocimiento, y un uso práctico, que estudió en dos obras que se refieren a las acciones humanas: la Crítica de la Razón Práctica y la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres, y que es una disposición deactuar y querer de conforme a ciertas determinaciones o principios emanados de su propio ser persona.
Y es que la persona, según Scheler,[1] es dada siempre como el realizador de actos intencionales (conscientes, dirigidos a una finalidad), que se hallan ligados por una unidad de sentido. El conocimiento de esta unidad de sentido es la mayoría de edad de las personas. Asimismo, es propiode las personas el dominio de su propia voluntad.

Únicamente las personas son capaces de ejecutar acciones morales.

El presente tema trata de esclarecer lo que expresa este enunciado y, para ello, lo primero que trataremos de hacer es determinar el ámbito de lo moral, contestando a dos preguntas:
• ¿Cuáles son, de entre todas las acciones que el hombre realiza, las que...