Informe

De igual modo iban al combate, con los Ayantes, las densas y oscuras falanges de jóvenes ilustres, erizadas de lanzas y escudos. Al verlos, el rey Agamenón se regocijó, y dijo estas aladas palabras:Ojalá, ¡padre Zeus, Atenea, Apolo!, que hubiese el mismo ánimo en todos los pechos, pues pronto la ciudad del rey Príamo sería tomada y destruida por nuestras manos.
 Halló a Néstor, ordenando a lossuyos y animándolos a pelear, junto con el gran Pelagonte, Alástor, Cromio, el poderoso Hemón y Biante, pastor de hombres. Ponía delante, con los respectivos corceles, a los que desde aquélloscombatían; detrás, a gran copia de valientes peones que en la batalla formaban como un muro, y en medio, a los cobardes para que mal de su grado tuviesen que combatir.
Nadie quiera luchar solo y fuera delas filas con los troyanos; que asimismo nadie retroceda; pues con mayor facilidad seríais vencidos. Con tal prudencia y ánimo en el pecho destruyeron los antiguos muchas ciudades y murallas.
 De talsuerte el anciano, los enardecía. Al verlo, el rey Agamenón le dijo estas aladas palabras:
 ¡Oh anciano! ¡Así como conservas el ánimo en tu pecho, tuvieras ágiles las rodillas y sin menoscabo lasfuerzas!
 Respondióle Néstor, caballero gerenio:
Esto no obstante, acompañaré a los que combaten en carros para exhortarlos con consejos y palabras.
Halló al excelente jinete Menesteo, hijo de Péteo,de pie entre los atenienses. Estaba cerca de ellos el ingenioso Ulises, no habiendo oído el grito de guerra pues así las falanges de los troyanos, domadores de caballos, como las de los aqueos, seponían entonces en movimiento. Al verlos, el rey Agamenón los increpó con estas aladas palabras:
 ¡Hijo del rey Péteo, alumno de Zeus;¿Por qué te abstienes de pelear y esperáis que otros tomen laofensiva? Debierais estar entre los delanteros y correr a la ardiente pelea, ya que os invito antes que a nadie. Entonces os gusta comer carne asada y beber sin tasa copas de dulce vino.
el rey...