Informe
7º AÑO BÁSICO
NOMBRE: ____________________________________________ CURSO: _______________
FECHA: ___________________
|OBJETIVOS: |
|- Reconocer los elementos del texto informativo.|
|- Reconocer la estructura del texto informativo. |
|- Producir un texto informativo.|
I.- LEE ATENTAMENTE EL TEXTO Y LUEGO SIGUE LAS INDICACIONES:
CUANDO LOS PÁLIDOS VIENEN MARCHANDO
Cuentos de terror
Apenas Felipe se enteró –al recibir la carta aquella mañana--, telefoneó a su amigo Humberto.
-¡Me saqué la rifa de la exposición, Huber! ¡La moto es nuestra!
“Nuestra”, había dicho, y era cierto, porque la amistad entre ambos los llevaba acompartirlo casi todo
desde la infancia. Con más razón, esa poderosa moto importada con la que los dos habían soñado tanto.
Ni pensar en comprarla. Aún sumando los ahorros de años no podrían haber llegado a reunir tamaña suma como la que se necesitaba para adquirir semejante moto.
-¡Qué joya! –repetía Huber unos días después, al contemplarla ubicada en el patiecito delantero de la casade Felipe mientras, mate va, mate viene, planificaban un viejecito para ablandarla”.
El estreno había sido Como es de suponer – Dando mil vueltas a través de las calles de barrio, ante la admiración de la muchacha.
Me parece que lo mejor será viajar hacia Arenamares… (Felipe miraba un mapa de rutas en compañía de Huber).
-Son quinientos tres kilómetros. Podemos hacer paradasen Villa Soltera. En Posta Luciérnaga, en…
-Pero por ese camino… ¡son como ciento veinte kilómetros más, Felipe! –protestó Huber.
-Sí, pero estoy eligiendo las rutas menos transitadas. Lo que perdemos en kilometraje lo ganamos en tranquilidad. En esta época, medio mundo viaje hacia las playa. ¡Odio los embotellamientos!
Huber se puso a anotarla lista de provisiones imprescindiblespara aquel paseo de inauguración “oficial” de “El Rayo”, como habían bautizado a la moto pegándole esas palabras con letras autoadhesivas y fosforescentes.
Al fin, todos los preparativos estuvieron listos y los dos amigos partieron –una noche de viernes –rumbo a Arenamares.
Estaban contentísimos.
Los primeros doscientos kilómetros lo recorrieron sin ningún tipo de inconvenientes.“El Rayo” marchaba a la perfección. Eso los animó a imprimirle mayor velocidad de la aconsejable para un rodado “en ablande”.
El aire fresco de la noche se partía en serpentinas invisibles a su paso.
Estaban a punto de atravesar el puente sobre el arroyo Lobuna cuando a Huber y Felipe les pareció que la moto echaba a volar, que se despegaba del asfalto, que se convertía en un verdadero rayosobre la oscuridad y el silencio de aquel paisaje campesino.
Poco después –y bruscamente –la moto se detuvo en mitad del puente y no encontraron forma de hacerla andar otra vez.
-¿Y ahora… qué? –se preguntaba Felipe, contrariado.
-Esta ruta es la desolación total… pero… ¿quién la eligió? –agregaba Huber, tratando de divisar, inútilmente, algún vehículo que se dirigiera en direccióna ellos.
Felipe sacó la guía de caminos y la alumbró con la linterna.
-Estamos acá –dijo, señalando Arroyo Lobuna en el plano-. Nos faltan como noventa kilómetros para llegar a Las Acacias, el pueblo más cercano. Qué mala suerte…
-No nos queda otro remedio que esperar. Tarde o temprano alguien va a pasar por este desierto, ¿no te parece, experto en elección de caminos?...
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