Informe
*Midnigh Sun*
Capitulo I
Primer Encuentro
Éste era el momento del día en el que más deseaba ser capaz de dormir.
El instituto. ¿O sería más apropiado emplear el término «purgatorio»? Si existía algún modo de purgar mis pecados, esto tenía que contar de alguna manera. El tedio era a lo que menos me había conseguido acostumbrar y, aunque parezca imposible,cada día me resultaba más monótono que el anterior. Supongo que ésta era mi manera de dormir, si el sueño se define como un estado inerte entre periodos activos.
Me quedé mirando fijamente las grietas que se formaban en la esquina más lejana de la cafetería, imaginando dibujos en ellas esta era una manera de sofocar las voces que parloteaban dentro de mi mente como el gorgoteo de un río las ignóropor puro aburrimiento, y esque cuando a alguien se le ocurre algo es seguro que ya lo he oído con anterioridad más de una vez. Hoy, todos los pensamientos se concentraban en el trivial acontecimiento de una nueva incorporación al pequeño grupo de alumnos y es que no se necesita mucho para provocar su entusiasmo, vi pasar el nuevo rostro de un pensamiento a otro, desde todos los ángulos posibles,sólo era otra chica humana, la excitación que había causado su aparición resultaba predecible hasta el aburrimiento, era como mostrar un objeto brillante a un niño.
La mitad del rebaño de ovejunos varones se imaginaba ya enamorándose de ella, sólo porque era algo nuevo que mirar puse más empeño en no prestar atención, sólo hay cuatro voces que bloqueo por una cuestión de cortesía: las de mifamilia, mis dos hermanos y mis dos hermanas, quienes están tan acostumbrados a la ausencia de intimidad en mi presencia que rara vez se dan cuenta, a pesar de ello, les concedo toda la privacidad posible procuro no escucharlos si puedo evitarlo.
Lo intento con todas mis fuerzas, claro, pero aún así... me entero de cosas.
Rosalie pensaba en ella misma, como de costumbre. Había captado su reflejo enlas gafas de sol de alguien y se regodeaba en su propia perfección. La mente de Rosalie era un charco poco profundo de escasas sorpresas.
Emmett estaba que echaba chispas después de haber perdido un combate de lucha libre con Jasper la noche anterior.
Necesitaría de toda su escasa paciencia para llegar al final de las clases y organizar la revancha. Nunca he sentido que me entrometía en suspensamientos porque nunca ha pensado nada que no pudiera decir en voz alta o poner en práctica. Sólo me siento culpable al leer la mente de los demás cuando me consta que les gustaría que ignorase ciertas cosas. Pero si la mente de Rosalie es un charco poco profundo, la de Emmett es un lago sin sombras, tan transparente como el cristal.
Y Jasper estaba sufriendo, reprimí un suspiro. Edward. Alice mellamó por mi nombre, pero sólo sonó en mi cabeza y le dediqué de inmediato toda la atención. Era lo mismo que si la hubiera oído hablarme en voz alta, me alegraba que en los últimos tiempos hubiese pasado de moda el nombre que me habían puesto menos mal, ya que hubiera resultado un fastidio volver la cabeza automáticamente cada vez que alguien pensara en algún Edward… En ese momento no me volví.
AAlice y a mí se nos daban muy bien esas conversaciones privadas, y era raro que nos pillaran durante las mismas, mantuve la mirada fija en las líneas que se formaban en la pared.
¿Cómo lo lleva?, me preguntó.
Torcí el gesto, pero sólo pareció que había cambiado ligeramente la posición de la boca, nada que pudiera alertar a los otros, era fácil que pensaran que lo hacía por aburrimiento.
Eltono de la mente de Alice ahora parecía alarmado y leí que vigilaba a Jasper con su visión periférica.
¿Hay algún peligro?
Ladeé la cabeza hacia la izquierda muy despacio como si contemplara los ladrillos de la pared, suspiré, y luego me volví hacia la derecha, de nuevo hacia las grietas del techo. Sólo Alice se dio cuenta de que estaba negando con la cabeza.
Ella se relajó.
Avísame si la cosa...
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