Informe
Ángeles
Llovía. La ciudad de Veta era casi invisible con esa cortina de agua que caía del cielo y esa oscuridad. Sherlock miraba por la ventana de su dormitorio, esperando ver llegar a su compañera. Se hacía llamar Alexandra Moriarty, pero él sabía que ese no era su verdadero nombre. Por algún motivo se lo había cambiado años atrás. No era de extrañar sabiendo quien era. Laguerrera, maga, bruja, trotamundos, ladrona, heroína y asesina más conocida de todos los tiempos. Eso lo sabía porque Alexandra se lo había dicho hacía tiempo. Le dijo que ella antes había sido una leyenda, pero que ahora no quería ser conocida. Decía que era muy cansado ser “famosa”. Pero Sherlock sospechaba la verdad, sospechaba que había hecho cosas horribles en el pasado y no quería recordar, que sehabía ganado enemigos que querrían ajustar cuantas con ella si descubrían su paradero…
Una sombra negra atravesó la calle. Fue muy rápido, Sherlock casi no pudo verlo. Alexandra, pensó. Bajó los escalones y salió a la calle. Pero allí no había nadie.
La sombra atravesó la calle, otra vez. Sherlock se asustó. No era Alexandra. Le había parecido ver a… no, imposible, no podía ser él... Un rayoatravesó el cielo, haciendo de su luz un destello. Entonces lo vio. No, no era Alexandra, tampoco era un monstruo ni nada parecido. Era un humano. Pero no un humano normal y corriente. Sherlock sabía perfectamente qué era. Un ángel. Esas criaturas que eran humanas pero tenían poderes sobrenaturales y que habían sido desterradas del cielo hacía mucho tiempo. Y eran crueles. Muy crueles. A esteángel lo conocía. Era Caín. El ser que había matado a su familia y a todos sus seres queridos. Desde entonces, Caín lo había estado buscando, para acabar con él y terminar su trabajo.
- Sherlock, viejo amigo. – hizo un rápido movimiento y apareció delante de él. – Te he echado mucho de menos… No está bien salir corriendo cada vez que me ves.
Lo cogió por el cuello y lo levantó del suelo.Sherlock no pudo resistirse. Esa cosa tenía una fuerza sobrenatural.
- Ahora voy a hacer lo que debería haber hecho hace tanto tiempo…
En aquel momento una figura apareció de la nada y le cortó el brazo con una guadaña a Caín. El ángel empezó a gritar mientras que de su brazo salía sangre a borbotones. Lo agarró por el cuello y lo empujó hacia atrás. Caín le agarró el brazo a su atacante y lo hizovolar por los aires. El atacante cayó al suelo y Caín aprovechó para agarrar la guadaña, que había caído al suelo, y clavársela en el pecho. El atacante quedó inerte, tendido sobre el suelo.
Caín tiró la guadaña y volvió donde estaba Sherlock. Sherlock estaba como paralizado y no podía moverse. Caín lo volvió a agarrar por el cuello.
- Esta vez es la definitiva, amigo mío. – lo levantó delsuelo. – Adiós Sherlock Holmes. Encantado de conocer…
Caín soltó a Sherlock de golpe. Se tambaleó hacia atrás y cayó de bruces al suelo. Tenía la guadaña clavada en la espalda, de arriba abajo. Entonces Sherlock pudo distinguir tres puntas en esa guadaña. En ese momento reconoció al atacante.
- Tsé. Nadie se mete con Alexandra y sale ganando. – Alexandra miró a Sherlock – Sherlock, acabo desalvarte de una muerte segura. Me debes una. – dijo la mujer de pelo rojo mientras cogía su guadaña y se la posaba en el hombro.
- ¡Alexandra! Ah… ¡Pero si yo he visto cómo te mataba! ¿Cómo…
- Le recuerdo que soy inmortal, señor detective. – se giró y fue hacia el cadáver. - ¿Y este quién es? ¿Tu ex novio?
-¿Qué? ¡No! No digas tonterías.
-¿Ah, no? Qué pena…
- Es… era Caín, un ángel.Alex se quedó quieta, mirando al detective fijamente con expresión severa. Acto seguido se arrodilló junto al cadáver y lo miró con detalle.
- ¿Caín dices? – se levantó. – pues entonces mejor vámonos antes de que vengan los demás angelitos a por él.
Fue hacia las escaleras y empezó a subirlas. Al ver que Sherlock no la seguía, le dijo por encima del hombro:
- ¡Quieres hacer el...
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