Ing. Eléctrica

Tal vez José nunca fue el mejor esposo, pero como en toda relación había todo tipo de discusiones; y éstas lentamente mataban al amor. Betzaida jamás nombró lo que notaba diariamente, la monotoníase estaba apoderando lentamente en la pareja, por lo consecuente puede acabar con los típicos dolores al alma, los ataques de tristeza y sobre todo la hiriente desilusión.
José se dirigía altrabajo, como diariamente la importunada rutina le hacía vieja la memoria, viajaba en un auto negro, de buena clase, casi tan bien cuidado como para aparentar el suficiente cariño a lo que se tiene; bienvestido, con su americana negra y sus pantalones bien planchados, la corbata rosa con un nudo distintivo, que su hermano Daniel le había obsequiado, portaba sus zapatos de fino cuero con un lustre quedaba agrado a la vista. Es un hombre de negocios, que posiblemente era torpe y olvidaba donde dejaba las cosas, aunque su mayor torpeza sería no poner atención al matrimonio.
Aquella fría mañana,el desayuno estaba caliente y listo, un par de panqueques con miel acompañados con una taza de café expreso. La señora Betzaida de Lowner, de ojos cafés que demostraban un brillo de ternura; sucabello negro siempre suelto con un aroma exquisito a rosas, su bella fisonomía le daba el delicado aspecto de buena esposa. Su figura marcaba una hermosa forma, a pesar de ser una mujer de 28 años deedad, aparentaba ser una hermosa jovencita. Aunque, lo que ella tiene en especial son sus delicadas mejillas, tan tersas que le daban el toque perfecto de simpatía; no es sencillo explicar conexactitud, el sentimiento de aquella presencia angelical y humilde. Es por esto que José Lowner la había reñido el noviazgo con muchos de sus pretendientes, tenía a su lado a una mujer excepcional.
-Llegarás tarde, apresúrate un poco – Dijo con una voz delicada.
En ese momento, José la miró con tranquilidad, le dio un pequeño sorbo a su café y se levantó. Sin mencionar una sola palabra, partió...