Ing en Comercio Exterior
Carlos Larrea, Julio Oleas, René Vallejo, Alisan Vásconez
Foro sobre la democracia,
el bienestar y el
crecimiento económico
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GESTIÓN SOCIA L
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Indice
Introducción
Reflexionando para el acuerdo
Ludwig Gücndcl
Exclusión social y crecimientoeconómico
en Ecuador, 1990-2004
julio Oleas
Política fiscal, equidad y bienestar
Alison Vdsconez
Desnutrición, etnicidad y pobreza en el Ecuador
y el Área Andina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Carlos Larrea
7
17
53
91
Pobreza, desigualdad y cultura política
Fernando Bustarnante
113Política pública local, niveles de gobierno y ciudadanía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
René Vallejo Aguirre y Nury Berrnúdez
137
Los legados de la democratización de los años cuarenta
en la democracia actual
Carlos de la Torre
157
Enfoque, contexto y lecciones del diálogo por la unidad
y el desarrollo (Ecuador 2003) . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..
Augusto Barrera
175
Pobreza, desigualdad y cultura política
Fernando Bustarnante"
Introducci6n
A partir de los procesos de transición democrática que han caracterizado a la mayor parte de las naciones
latinoamericanas en los últimos veinte años, se ha abierto un agudo debate sobre el impacto de la pobreza para lasposibilidades reales de la consolidación de este tipo de régimen político en la región (Filgueira
1996, O'Donnell 1999, Mainwaring 1996, Przeworski 1996).
En efecto, los procesos de construcción democrática en el continente se han dado en un contexto que
la teoría política clásica y los modelos de conducta colectiva predominantes hasta la década de los años
setenta, hubiesen considerado extremadamentedesfavorables a la estabilidad y con mayor razón aún para
la institucionalización de sistemas basados en la responsabilidad de las autoridades para con la población
votante.
La mayor parte de las transiciones mencionadas, se realizaron simultáneamente a procesos de política
económica que debieron desmontar los estados populistas o los incipientes y peculiares "estados del bienestar periféricos"que, mal que mal, la etapa anterior habían dejado como herencia. Adicionalmente,
muchos países debieron realizar este desmontaje en medio de severas restricciones económicas y en medio
de coyunturas de recesión o bajo crecimiento que implicaron fuertes pérdidas para las capas más pobres de
la población y para importantes segmentos de la clase media (Altirnir 1999, Llorente 1999: 17-22, Meller1992-1993: 15).
En suma, las transiciones debieron reducir las prestaciones estatales para los más pobres, mientras que
la situación económica, aumentaba la cantidad de estos pobres y la gravedad de la pobreza que estos sufrí-
an. Concomitantemente y vinculado a lo anterior, la desigualdad experimentó un empeoramiento en casi
todos los países y la reducción de esta desigualdad, cuando en losaños noventa se retomó la senda del crecimiento, fue inferior al crecimiento previo de las diferencias de ingreso (Altimir 1999). No sólo que los
niveles de pobreza aumentaron, sino que la resiliencia de ésta parece haber llegado a nuevos niveles.
De esta manera, las nuevas sociedades democráticas se vieron enfrentadas a una situación en la que
debían hacer esfuerzo cada vez más vigorosos decrecimiento para conseguir efectos redistributivos marginales decrecientes (Altimir 1999).
Con mayor pobreza y mayor desigualdad, hubiese sido del caso esperar un proporcional aumento la
rebeldía social y de la inestabilidad política'. En efecto, los nuevos estados democráticos no podían, -en
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Profesor de la USFQ y Profesor invitado de F1acso.
En la teoría clásica de la movilización...
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