Ing. Industrial
Estas palabras del Patriarca ortodoxo de Antioquia, Ignacios Hazim, en el Consejo Ecuménico de las Iglesias en 1968, son suficientemente significativaspara que caigamos en la cuenta de la radical importancia del Espíritu Santo para la vida de la Iglesia. Con el Espíritu o sin el Espíritu, es la disyunción que marca dos horizontes de comprensión de loque es la realidad cristiana. Al mismo tiempo, marca también la distinción entre dos modos de vivir la vida cristiana. Sin el Espíritu Santo el esfuerzo inherente a la misión es una terrible carga quenos hunde en la desesperanza; con el Espíritu Santo, "el yugo es llevadero y la carga ligera" (Mt 11,30). Y esto es así, no porque el Espíritu Santo nos vaya a "descargar" de las implicacionesprácticas de la vida cristiana, sino porque en el amor la carga se hace ligera y el Espíritu Santo es el Amor en Persona.
El mismo S. Pablo en la Carta a los Romanos, hablando de las tribulaciones quelos cristianos hemos de pasar por el mismo hecho de serlo, dice que podemos encontrar gloria en esas tribulaciones, pues "el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santoque se nos ha dado" (Rm 5,5). El Espíritu de Dios es la fuerza que impulsa a los apóstoles a la misión, es la luz que les ilumina cuando han de dar testimonio y es el consuelo que reciben en la...
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