Ingeniera
Sartori se preocupa por el hecho de que un hiperpresidente ha sido sustituido, casi de repente, por un hipopresidente, que no cuenta con la mayoría del congreso. Resulta obvio que la Constituciónnecesita ajustes importantes para que el gobierno no vaya a paralizarse, para que el buen gobierno no vaya a inmovilizarse.
El autor manifiesta que conoce una propuesta de 121 reformas a nuestraConstitución, número que es impráctico y contraproducente, y que equivale a una nueva Constitución, y éste es un camino plagado de riesgos. Le asiste toda la razón.
Urgen -sostiene- reparaciones a lamaquinaria de gobierno en la nueva realidad del país. Los mexicanos -nos dice- deben establecer prioridades, deben construir primero la casa, y después ocuparse de los muebles; deben dar prioridad a lasprioridades. De nueva cuenta, en mi opinión, el ilustre autor formula su criterio con especial acierto.
El profesor Sartori une a sus profundos conocimientos y experiencias, la madurez que otorganlos años bien aprovechados, y manifiesta -me imagino que al escribirlo, le brillaban sus ojos penetrantes, acompañados de su proverbial sonrisa- que sus sugerencias para México son tentativas, pero queestá convencido de que nuestro país debe establecer prioridades de reforma, y que su número debe ser manejable. Bien dicho, y así deberá ser. Si, por desgracia, el país en este camino se equivoca, lopagará caro. México cuenta con muchos elementos positivos para realizar los ajustes necesarios a la maquinaria que el buen gobierno necesita en esta nueva época. Grave, muy grave sería que...
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