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EN LAS ENTRAÑAS DE UN TERREMOTO
Imagínese una escena familiar como tantas otras en un día cualquiera. Las paredes están en su sitio, lo mismo que el techo y el piso. Los adultos, en la sala, miran televisión. Los niños, juegan en el cuarto. Pero de repente puede ocurrir un fuerte temblor que sacuda la estructura del edificio. El factor sorpresa marca estosprimeros instantes que parecen eternos. Los niños, espantados, salen a buscar a los padres, quienes a su vez reaccionan distinto. Uno quiere alzar a los pequeños en sus brazos y, de la manera más osada, salir corriendo escaleras abajo, pase lo que pase. Otro se queda inmóvil, pasmado. Sobreviene una y otra réplica del temblor. La edificación sufre destrozos. Hay escombros, tal vez algún herido. Elpánico no tiene escala Richter para ser medido, pero es quizá el sismo más peligroso y el de mayor fatalidad en los centros urbanos. Controlarlo es uno de los retos más difíciles y determinantes, pues aparece aún en mitad de un simulacro, a punto de entrar en la boca de un túnel que encierra los obstáculos propios de una construcción colapsada por un sismo, donde el mismo instinto desupervivencia se despista y no sabe qué consejo dar: si se mete por ese hueco sentirá la muerte, o, si no es capaz de atravesar el túnel, jamás podrá salvarse ni salvar a su familia. La oscuridad es una constante, hay que saberlo. Además, sirve de poco abrir los ojos, porque cae tierra, polvo de concreto, y el ambiente está invadido de humo. Cualquier destello puede orientar pero también encandelilla. -Poreso es bueno conocer muy bien las edificaciones que frecuentamos-. El tacto, el olfato y la cautela se ponen verdaderamente a prueba. El oído entrega algunas pistas pero también actúa en contra, cuando los gritos de niños y de personas heridas se convierten en tortura, disparan la claustrofobia y la sensación de asfixia. Los codos y las rodillas sufren laceraciones. El agua que sale por tuberíasrotas sube de nivel dentro del túnel. Pedazos de concreto y ladrillos sueltos se atraviesan peligrosamente. Cualquier calambre se suma como amenaza. El grupo familiar necesita ayuda para salir, pero los cuerpos de socorro, que están muy cerca, se ocupan de un fuego no controlado. Alguien debe hacer las veces de líder, buscar un espacio vital y controlar el temor colectivo. Pero muchas veces espreferible sentir miedo y controlarlo, que ser víctima de la propia valentía , advierte Edgar Rodríguez, uno de los instructores del Centro de Entrenamiento para Atención de Emergencias de la Cruz Roja, uno de los mejor dotados de América Latina, y donde es posible hacer cursos, por niveles, para saber cómo actuar en estos casos. De la claustrofobia se pasa al vértigo, cuando por fin se desciende desdeun piso alto, a través de una cuerda, pero una vez allí, viene la otra realidad, la de ayudar a vecinos con heridas más graves de las que uno pueda tener, la de saber que hay más personas atrapadas, que el agua de la llave no se puede tomar, que muy cerca del barrio hay estaciones de servicio con depósitos de gasolina, que el sector está incomunicado porque los puentes vehiculares -Bogotá es unaciudad llena de puentes-, también colapsaron, que muchos parqueaderos están seriamente afectados, que se buscan personas desaparecidas y donantes de sangre, y que hay ladrones al acecho. Por eso, aunque nadie pueda decir, a ciencia cierta, cómo reaccionará ante una situación de emergencia, la vida enseña que el ser humano debe estar preparado para todo. Qué hacer? Además de informarse sobre las...
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