Ingenieria
Páginas: 5 (1151 palabras)
Publicado: 21 de mayo de 2012
La espiritualidad cristiana: II Parte
La centralidad de Cristo
Niveles del encuentro con Cristo
1. fe en Cristo, 2. meditación de la vida de Cristo, 3. trato con Cristo, 4. seguimiento e imitación de Cristo 5. identificación con Cristo.
1. Creer en Cristo Creer
«Ésta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Tú has enviado», (Jn 17,3).
La relación con Cristo se inicia con la fe. Más concretamente con una fe plena en Él; es decir, fe no sólo en su palabra sino en su persona, en su realidad de Hijo de Dios hecho hombre y, por tanto, fe en el amor divino del que la encarnación es expresión y fruto.
Creer en Cristo Es reconocer, en el testimonio del mismo Jesús, su condición de Hijo eterno de Dios Padre. Es elevarse desde la contemplación de su humanidad hasta la persona del Padre que le envía, y entrever la riqueza del vivir trinitario. Es la actitud de quien se sumerge en el yo de Cristo y en Él vive. Es confesar, de modo existencialmente comprometido, la divinidad de Cristo en la humanidad concreta de Jesús.
Cristo resucitado pidió a sus discípulos, no sólo que creyeran en Él y continuaran la misión que Él mismo había recibido del Padre (cf. Mt 28,1820; Mc 16,1516), sino que le amaran y que amándole a Él, amaran al Padre que le envía. «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?», le pregunta Jesús por tres veces a Pedro, antes de confiarle la misión pastoral (cf. Jn 21,1517).
Creer en Cristo es amarle Creer
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama, y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él» (Jn 14,21).
«Toda la santidad y perfección del alma consiste en
amar a Jesucristo, Dios nuestro, sumo Bien y Salvador» (S.Alfonso María de Ligorio).espiritual cristiana: adentrarse en Cristo de modo que el amor que en Él se desvela llene el corazón y lleve a reconocerse amado y a amar.
Ésa es la realidad que dota de consistencia a la vida
2. Conocer la vida de Cristo Conocer "Que busques a Cristo. busques Que encuentres a Cristo. Que ames a Cristo". Son tres etapas clarísimas. ¿Has intentado, por lo menos, vivir la primera?»
(San Josemaría Escrivá).
Si quieres progresar en el conocimiento de Jesucristo: 1. Activa tu fe en Él. 2. Acrecienta tu amor hacia Él. 3. Considera con actitud reposada y orante sus palabras y los hechos de su vida. 4. Rememorándolos y haciéndolos propios, penetrarás en la infinitud del amor divino que en ellos y a través de ellos se desvela.
3. Tratar a Cristo Tratar El trato vivo con Cristo es el eje de la vida espiritual, ya que es fruto o reflejo de:
a) La presencia real y activa de Cristo, que sale al encuentro del hombre, llamando al trato con Él. b) La acogida por parte del hombre, en la fe y en el amor, de esa presencia activa de Cristo y, en consecuencia, el efectivo encuentro y trato con Él.
Tratar a Cristo La contemporaneidad con Cristo no implica trasladarse con la fe y la oración al momento vivido por Cristo, sino el reconocer la presencia, hoy y ahora, a nuestro lado a Cristo, el mismo Cristo que vivió, predicó y murió en Palestina. Cristo no sólo vive, sino que está presente, a través del envío del Espíritu, de la Iglesia y del sacramento, en el hoy de la historia. Cristo es contemporáneo nuestro y, vivo y junto a nosotros, nos invita al trato con Él (cf. VS 25).
Meterse» en las narraciones del Evangelio e inseparablemente «introducir» en el Evangelio la propia vida, hasta revivirla con Cristo y en Cristo, sintiéndolo cercano, más aún, compañero del propio ...
La centralidad de Cristo
Niveles del encuentro con Cristo
1. fe en Cristo, 2. meditación de la vida de Cristo, 3. trato con Cristo, 4. seguimiento e imitación de Cristo 5. identificación con Cristo.
1. Creer en Cristo Creer
«Ésta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Tú has enviado», (Jn 17,3).
La relación con Cristo se inicia con la fe. Más concretamente con una fe plena en Él; es decir, fe no sólo en su palabra sino en su persona, en su realidad de Hijo de Dios hecho hombre y, por tanto, fe en el amor divino del que la encarnación es expresión y fruto.
Creer en Cristo Es reconocer, en el testimonio del mismo Jesús, su condición de Hijo eterno de Dios Padre. Es elevarse desde la contemplación de su humanidad hasta la persona del Padre que le envía, y entrever la riqueza del vivir trinitario. Es la actitud de quien se sumerge en el yo de Cristo y en Él vive. Es confesar, de modo existencialmente comprometido, la divinidad de Cristo en la humanidad concreta de Jesús.
Cristo resucitado pidió a sus discípulos, no sólo que creyeran en Él y continuaran la misión que Él mismo había recibido del Padre (cf. Mt 28,1820; Mc 16,1516), sino que le amaran y que amándole a Él, amaran al Padre que le envía. «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?», le pregunta Jesús por tres veces a Pedro, antes de confiarle la misión pastoral (cf. Jn 21,1517).
Creer en Cristo es amarle Creer
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama, y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y me manifestaré a él» (Jn 14,21).
«Toda la santidad y perfección del alma consiste en
amar a Jesucristo, Dios nuestro, sumo Bien y Salvador» (S.Alfonso María de Ligorio).espiritual cristiana: adentrarse en Cristo de modo que el amor que en Él se desvela llene el corazón y lleve a reconocerse amado y a amar.
Ésa es la realidad que dota de consistencia a la vida
2. Conocer la vida de Cristo Conocer "Que busques a Cristo. busques Que encuentres a Cristo. Que ames a Cristo". Son tres etapas clarísimas. ¿Has intentado, por lo menos, vivir la primera?»
(San Josemaría Escrivá).
Si quieres progresar en el conocimiento de Jesucristo: 1. Activa tu fe en Él. 2. Acrecienta tu amor hacia Él. 3. Considera con actitud reposada y orante sus palabras y los hechos de su vida. 4. Rememorándolos y haciéndolos propios, penetrarás en la infinitud del amor divino que en ellos y a través de ellos se desvela.
3. Tratar a Cristo Tratar El trato vivo con Cristo es el eje de la vida espiritual, ya que es fruto o reflejo de:
a) La presencia real y activa de Cristo, que sale al encuentro del hombre, llamando al trato con Él. b) La acogida por parte del hombre, en la fe y en el amor, de esa presencia activa de Cristo y, en consecuencia, el efectivo encuentro y trato con Él.
Tratar a Cristo La contemporaneidad con Cristo no implica trasladarse con la fe y la oración al momento vivido por Cristo, sino el reconocer la presencia, hoy y ahora, a nuestro lado a Cristo, el mismo Cristo que vivió, predicó y murió en Palestina. Cristo no sólo vive, sino que está presente, a través del envío del Espíritu, de la Iglesia y del sacramento, en el hoy de la historia. Cristo es contemporáneo nuestro y, vivo y junto a nosotros, nos invita al trato con Él (cf. VS 25).
Meterse» en las narraciones del Evangelio e inseparablemente «introducir» en el Evangelio la propia vida, hasta revivirla con Cristo y en Cristo, sintiéndolo cercano, más aún, compañero del propio ...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.